Cámaras

A pesar de que los smartphones han dañado mucho el mercado de las cámaras, siguen siendo muchos los entusiastas de la fotografí­a que siguen apostando por uno de estos dispositivos para conseguir un mejor resultado en sus instantáneas. Mismo espí­ritu pero cada vez con más añadidos, como por ejemplo la posibilidad en algunos modelos de conectarnos a la WiFi o a la conexión de un smartphone para compartir las fotografí­as en redes sociales. Y es que solo en España se comparten más de cinco millones de fotos cada dí­a a través de sitios como Facebook o Instagram. Pixmania ha reunido cinco claves para ayudar a escoger a la hora de comprar una cámara de fotos.

1. Los megapí­xeles… ¿son tan importantes? Una de las especificaciones que primero se mira a la hora de presentar una cámara (sobre todo a consecuencia de los objetivos de los smartphones) es la de los megapí­xeles que alcanza la cámara. Esta especificación mide la resolución con la que se pueden registrar las fotografí­as. Pero su utilidad depende mucho de si vamos a compartir y editar las imágenes reducidas o si queremos imprimirlas a gran escala, como por ejemplo en un póster grande o en una exposición. A menudo esta cifra oscurece y oculta otros aspectos que pueden resultar más decisivos cuando realicemos las fotos. Para Pixmania, un rango bueno para las cámaras compactas lo encontramos entre los 6 y los 8 megapí­xeles, mientras que en las cámaras réflex se puede situar perfectamente entre los 10 y los 12 megapí­xeles.

2. El gran angular. Si eres amante de las fotografí­as de paisajes o quieres sacar un mayor partido a las estancias pequeñas, deberí­as echar un vistazo a este tipo de objetivo. El gran angular se refiere a una distancia focal de entre 18 y 35 milí­metros. Cuanto menor es la cifra, mayor es el ángulo que se abarca con nuestras fotografí­as.

Cámara de Nikon

3. Estabilizadores de imagen. Sin duda, una de las formas más frustrantes de que una fotografí­a se nos fastidie es que salga movida. Una gran mayorí­a de las cámaras incorpora algún tipo de estabilizador, ya sea digital, óptico… En este primer caso, la imagen se estabiliza después de que se realice la fotografí­a, y a pesar de haber mejorado en los últimos tiempos no llega a alcanzar el mismo rendimiento que los estabilizadores ópticos.

4. La pantalla. Muchos modelos incorporan ya una pantalla (táctil o no) para poder ver los resultados de nuestras fotografí­as de manera más cómoda, sustituyendo al tradicional visor. Una buena pantalla puede resultar clave para que veamos con claridad la fotografí­a antes de que la llevemos al ordenador y podamos saber si estamos satisfechos con el resultado o hay que tirar otra foto más.

5. ¿Compactas o réflex? Según Pixmania (y muchos aficionados y expertos de la fotografí­a) las compactas nunca llegarán a la altura de las réflex, a pesar de la mejora que han experimentado en los últimos años. Muchos detalles ponen la diferencia; la luz, el color, el ruido, las cámaras réflex generan una experiencia muy diferente y genuina que muchos consideran la esencia de la fotografí­a. ¿Qué opináis?

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