Llamar portátil al Acer Aspire R7 es quedarse corto. Es un dispositivo camaleónico que puede utilizarse como portátil «clásico», como un tablet o como un equipo Todo-En-Uno con dos variantes. Tiene una pantallla táctil con una original y muy ingeniosa bisagra que le permite adoptar todas estas configuraciones fácilmente. La primera generación de Acer Aspire R7 tiene sólo unos pocos meses de vida, ya que salieron a la venta antes de verano, pero ahora le llega una puesta al día con los nuevos procesadores Haswell de Intel. Estos nuevos modelos equiparán hasta 12 Gb de memoria RAM, 1 Tb de disco duro tradicional o hasta 256 Gb de disco de estado sólido SSD, un teclado retroiluminado y la última versión de Windows, 8.1. La pantalla de 15.6″ tiene 1.920 x 1.080 puntos e incorpora un stylus Acer Active Pen para poder interactuar con el escritorio de forma precisa y rápida junto con las herramientas Acer Touch Tools instaladas de serie. Este stylus emplea la tecnología N-trig DuoSense que le permite detectar distintos niveles de presión y reaccionar así de forma más parecida a un bolígrafo o lápiz a la hora de dibujar con él. Además, la pantalla multitáctil permite emplear el stylus a la vez que los gestos táctiles, algo muy interesante al emplear software de diseño y retoque.
Como muestran las fotos, Acer Aspire R7 puede tener 4 disposiciones: la tradicional de un portátil, con el teclado sobre la mesa y la pantalla en posición casi vertical; una en la que la pantalla se desplaza un poco hacia adelante y tapa el touchpad dejando sólo el teclado a la vista; una tercera en la que la pantalla gira sobre la bisagra llamada Ezel y queda sólo la pantalla a la vista a la altura deseada y, por último, si se pliega la pantalla sobre la base, una configuración de tablet. El material en el que está fabricado, aluminio, le da un aspecto muy robusto y profesional aunque no consigue bajar mucho el peso, que pasa de los 2Kg y lo aleja de los portátiles ligeros.
En la primera versión de este equipo no fue muy bien recibida la ubicación del trackpad, que pasó de la habitual posición bajo el teclado en la zona donde se apoyan las muñecas al escribir a estar entre el teclado y la pantalla, lo que hacía que su uso fuera bastante incómodo. Si bien es cierto que al ser táctil la pantalla, el uso del trackpad debería ser mucho más ocasional, los usuarios de portátil habituados a usar el trackpad para todo no se encontrarán cómodos puesto que no les quedará otra que alejar las manos del teclado para usar la pantalla y viceversa, algo que se realiza de forma más natural con un trackpad. Quizá En Acer hubieran tenido que ser más atrevidos y quitar del todo el trackpad y acompañar este equipo de un trackpad independiente. Bueno, todo será que nos habituemos a las pantallas táctiles en posición vertical aunque sospecho que tendrán mucho más éxito en ordenadores de sobremesa o situados en lugares fijos que en equipos portátiles.
Intel anunció la nueva generación de procesadores Haswell en Junio de 2013 y, como es habitual, pocos meses después, los fabricantes los incorporan en los nuevos lanzamientos o hacen un refresco de las líneas de producto ya activas. Haswell no representa una revolución ya que su incremento de rendimiento está en el entorno del 6-8% y sólo podría ser superior al 10% con software especialmente adaptado a sus características. Durante 2013 y 2014 veremos más procesadores con nombre clave Haswell y los futuros Broadwell, aunque parece ser que todos ellos serán mejoras incrementales y que el que verdadero cambio llegará en 2014-15 con la nueva arquitectura Skylake. ¿Qué quiere decir todo esto? Pues que, aunque Haswell no sea un salto revolucionario, éste no llegará antes de 15 meses por lo que, si necesitas un equipo ahora, uno con procesador Haswell será lo mejor que puedas obtener.
