Es lo que ha afirmado el polémico ex agente de la CIA Edward Snowden. Según documentos aportados al periódico The Guardian, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos habría pagado millones de dólares a empresas como Facebook, Google o Microsoft para compensarlas por los gastos que generó el programa de espionaje PRISM, desmantelado en 2011. En este programa se incluía tanto el espionaje de ciudadanos tanto fuera de las fronteras de Estados Unidos como dentro, y se anuló debido a la incapacidad de separar el tráfico generado por ambas vías. Portavoces de Google o Microsoft ya han desmentido que sus empresas recibieran ningún tipo de compensación económica por este programa.
Da la impresión que las maniobras de espionaje de EEUU darán mucho que hablar en los próximos años. La fuente de información que ha supuesto Snowden, ex agente de la CIA que decidió tirar de la manta, parece contener todavía muchos datos que pueden hacer temblar los cimientos de las labores de defensa del país norteamericano. En esta ocasión, unos nuevos documentos presentados al periódico The Guardian habrían revelado que el Gobierno Estadounidense (a través de la NSA) realizó pagos a compañías como Google, Facebook, Yahoo o Microsoft para compensarlas por los gastos asociados a renovar sus programas de espionaje de la red.
Y es que en 2011, el programa de vigilancia PRISM se consideró anticonstitucional, ya que la Agencia de Seguridad Estadounidense no tenía manera de separar el tráfico de los correos domésticos de aquellos de los que se tuviera un indicio suficiente de que podían contener conversaciones entre terroristas. La Corte Fisa, encargada de velar por el cumplimiento de las leyes, determinó que la Agencia debía cambiar sus prácticas y otorgó certificados temporales para poder proseguir con las labores de contraespionaje. El caso es que la extensión y reemplazo de estos certificados tiene un coste elevado, y en los documentos se revelaría que la NSA pagó compensaciones económicas asociadas a estos gastos a varias compañías del mundo de la tecnología.
Entre ellas, cabe destacar cuatro nombres: Microsoft, Google, Facebook y Yahoo. Todas con un servicio de correo (o al menos un servicio de mensajería entre contactos como es el caso de Facebook). Estos documentos son importantes porque de confirmarse probarían por primera vez una vinculación económica directa entre la NSA y estas empresas. No obstante, la respuesta de las compañías no se ha hecho esperar. Siempre según The Guardian, Google habría negado en un comunicado haber participado de cualquier programa de espionaje, mientras que Facebook negó haber recibido cualquier tipo de compensación derivada de las peticiones de datos del gobierno estadounidense. Microsoft se expresó en términos parecidos, aunque no negó directamente haber recibido dinero. Mucho menos categórica es Yahoo, que explicó que las leyes federales obligan al gobierno a compensar a los proveedores todos los costes asociados a responder a los procedimientos legales. Pero, como apuntaba Snowden, el verdadero problema no es la legalidad de esta compensación económica, sino el hecho de que existiera de antes esa relación económica durante el transcurso de este polémico programa de vigilancia. La administración de Obama publicó hace unos días un comunicado en el que trataba de explicar con números el impacto sobre el tráfico global de Internet de los contenidos interceptados. A pesar de este paso adelante, este tipo de maniobras están muy lejos de ser transparentes.