Google ha abierto su plataforma Google Play Music All Access en España y hemos analizado las diferencias en la oferta de Google respecto a su más directo competidor, el popular Spotify.
Catálogo disponible
Lo primero que nos ha sorprendido de Google es que su catálogo no es reducido, como cabría esperar en una plataforma de reciente creación. Se trata, posiblemente, del aspecto fundamental de una plataforma musical de suscripción: los que escuchan música ocasionalmente no pagarán mensualmente para escuchar una selección de éxitos para los que ya hay radiofórmulas que cubren los estilos más populares. El usuario tipo de estos servicios escucha a más bandas y, entre ellas, estarán sin duda algunas más minoritarias.
Una de las primeras sorpresas encontradas en Google Play Music All Access (hay que decir que el nombre es terrorífico) es que está disponible la discografía de Thome Yorke, líder de Radiohead, que recientemente abandonó Spotify porque, a su juicio, las condiciones de pago no son justas con los artistas que están empezando. Desconocemos si las condiciones de Google son más ventajosas para los músicos, pero otros artistas que rechazaron su presencia en Spotify por motivos similares (caso de Placebo) tampoco están presentes en esta plataforma.
También existe la posibilidad de que Google se guarde un as en la manga con el objetivo de ir colgando las discografías más relevantes con cuentagotas y mantener vivo el interés por la plataforma. Spotify anuncia a bombo y platillo estas incorporaciones estelares y, aunque algunas de las anunciadas recientemente ya están disponibles (es el caso de Pink Floyd) otras muy sonadas como Metallica todavía no se pueden escuchar en Google Play Music All Access.
En cuanto a la música un poco más rarita, aunque todavía me he encontrado con algunas carencias, da para buscar y conocer nuevos grupos. Personalmente, es algo de lo que más valoro de Spotify, la oportunidad de encontrar nueva música que puede encajar con mis gustos y escucharla sin pagar un euro más y sin dedicarle mucho tiempo a obtenerla. Si un amigo te recomienda un disco y, a los 30 segundos, decides que no es de tu estilo, no habrás dedicado ni un minuto a probarlo.
Comparando Spotify y Google, ambos tienen herramientas parecidas para conocer nueva música: la lista de grupos similares al que estás escuchando y la zona de recomendaciones personalizadas. En el caso de Spotify, la aplicación te explica por qué motivo te recomienda un álbum o canción. Habitualmente se trata de música similar a algo que has escuchado recientemente o a alguna recomendación de alguien (amigos o artistas) a quien sigues.
En el caso de Google Play Music All Access (en serio, hace falta un nombre más corto para este servicio), el área de recomendaciones personalizadas es menos explícita acerca de los motivos de cada recomendación, pero me ha sorprendido lo rápido que me ha «calado». Dejando a un lado el escalofrío que recorre mi espalda cada vez que Google me demuestra cuánto sabe de mi, me ha propuesto en general bandas a las que suelo escuchar y algunas a las que no, pero que se acercan a mis gustos musicales.
En este apartado, creo que hay que dar un voto de confianza a Google: si bien su catálogo no parece todavía tan grande como el de Spotify, cuando me suscribí a este servicio hace años lo hice con la esperanza de que su oferta aumentase. En 2013 ya hay mucho camino andado en este sentido (en parte, gracias a Spotify) y Google es un gigante con una capacidad de cerrar acuerdos enorme, por lo que es lógico pensar que los principales huecos se vayan llenando con rapidez.
Ambos servicios permiten completar la música disponible mediante tus MP3, en el caso de Google puedes subir tus canciones a la nube, una función de la que carece Spotify. Eso sí, ofrece la posibilidad de «rellenar los huecos» accediendo a tu librería de MP3 y completando con estos su catálogo, sin necesidad de subirlos a ninguna parte.
Interfaz de escritorio
Spotify dispone de versiones para el navegador, así como aplicaciones para Linux, Mac OS X y Windows. Google, por su parte, se ha limitado a la versión de navegador. Esto no es necesariamente algo negativo si la usabilidad es buena.
En mi opinión, una herramienta diseñada para escuchar música tiene que tener una gran virtud: disponer de todas las funciones imaginables sin dejar de ser un simple reproductor musical. Parece una perogrullada aplicable a cualquier aplicación, pero muchas herramientas diseñadas para escuchar música no lo cumplen. Algunas no sirven para casi nada una vez que has localizado la pista y has iniciado la reproducción, ya que están pensadas para quedarse en segundo plano mientras haces cualquier otra cosa. En 2013 eso ya no es aceptable: todo, y más una aplicación musical, debe estar integrado con otros servicios. Mientras escuchamos música podemos querer compartir con los amigos la canción que nos tiene pegando botes todo el día, leer la letra para enterarnos de su significado o leer más acerca de la banda que la interpreta.
Es decir, una aplicación cuyo principal objetivo era el de reproducir música sin estorbar, ahora tiene que tener un montón de cosas, y aquí es donde, muchas veces fallan algunos reproductores. Entre toda esa información, los datos de lo que estoy escuchando, del disco al que pertenece y unos controles de reproducción con un botón Play «así de grande» tienen que ocupar un lugar destacado.
En ese aspecto, la interfaz de usuario de Google es muy limpia y eficaz: todo está al alcance de la mano, el reproductor musical (situado en la parte inferior) permite acceder al grupo o al álbum en un click y dispone de un menú desplegable para crear una playlist, compartir la canción o crear una emisora de radio basada en esta.
Spotify, por su parte, ha optado por un reproductor que muestra la carátula del disco y que tiene las mismas opciones, aunque el menú que permite compartir o añadir a una lista de reproducción está un poco menos visible (botón derecho sobre la carátula del disco). Curiosamente, la posición de este elemento no es coherente en la versión de escritorio (esquina inferior izquierda) y la de navegador (superior derecha).
Además, en el caso de Spotify se nota que la aplicación de escritorio es bastante anterior a la de navegador: aunque ha ido evolucionando versión a versión, la información que se ha ido añadiendo al interfaz da una imagen algo caótica. Por ejemplo, la zona de aplicaciones se sitúa entre las funciones principales y las listas de reproducción, de manera que si tienes unas cuantas de las apps instaladas (aunque, como en mi caso, sólo uso una que me muestra la letra de las canciones), tienes que hacer scroll vertical para ver las listas que has ido creando.
Apps móviles
Aunque algunos escuchamos música desde el ordenador durante gran parte del día, para algunos usuarios lo verdaderamente interesante es el disponer de un catálogo de música prácticamente ilimitado allá donde vayan. En ese sentido, Google tiene una ventaja respecto a Spotify. Google Play Music (la aplicación), permite subir a la nube tus MP3 y tenerlos disponibles desde cualquier lugar aunque no seas suscriptor. El límite es de 20.000 canciones que es suficiente para que el usuario medio suba su colección completa y para que los más melómanos tengan una buena selección disponible siempre que tengan conexión a Internet.
La desventaja de Google es que el cliente sólo está disponible para móviles Android (a la izquierda en la imagen). Spotify, por su parte, puede usarse también con iPhone, Blackberry y Windows Phone. A falta de saber si los planes de Google dan prioridad a que los dispositivos Android disfruten de servicios exclusivos o de que su servicio de música tenga tantos suscriptores como sea posible, al menos en iOS es posible utilizar apps de terceros que dan acceso a la biblioteca online. Yo he probado App 4 Google Music, que no dispone de todas las funciones, pero no está mal.
Una de las críticas que ha recibido la app de Google es que consume más datos que la de Spotify que, automáticamente, reproduce una versión con un bitrate más bajo que si te conectas a través de la plataforma de escritorio. Sin embargo, es posible configurar la calidad del audio en la app móvil de Google Play Music All Access (GPMAA, para los amigos), para lo que basta con ir a los ajustes y seleccionar la calidad mínima. Sea cual sea la que utilices te recomendamos que controles el consumo de datos, sobre todo al principio, para asegurarte de que no gastas demasiado. En Spotify, además, puedes elegir qué álbumes estarán disponibles sin conexión para evitar consumir datos de tu plan cada vez que lo utilices.
Redes sociales
En Internet y, muchas veces, también fuera de Internet, todo se ha vuelto social y nos gusta compartirlo a través de las redes sociales. Especialmente lo relacionado con vídeo, foto y música. En este apartado hay grandes diferencias entre Spotify y Google Play Music All Access (más allá de que el nombre de una de las dos casi no cabe en un tweet) que se perciben incluso desde antes de acceder al servicio.
Mientras que Spotify está integrado, en mayor o menor medida, con Facebook, Twitter y Tumblr, Google sólo ha tenido en cuenta una. ¿Adivinas cuál? Por supuesto, se trata de Google+, con lo que todo queda en casa. En Spotify, sin embargo, incluso puedes conectarte con tu cuenta de Facebook.
En cuanto a la integración, la de Spotify a veces resulta un tanto pesada: además de compartir cosas por ti y de indicar a tus contactos que estás escuchando (salvo que actives, en cada ocasión, la Sesión Privada). Pero es muy rápido compartir un tema en las redes sociales más utilizadas o, incluso, obtener un enlace directo a la canción que puedes pegar en un email o cualquier otro sitio.
La integración con Google+, a pesar de ser algo limitada por el escaso número de usuarios activos de esta red social, resulta muy cómoda: al hacer uso de los círculos de contactos, la bandeja de entrada del servicio muestra todo aquello que estos han compartido. En otras palabras: si compartes una canción con los círculos Amigos y Familia, sólo estos podrán ver qué has compartido. Si lo haces público, lo recibirán todos los contactos que te hayan agregado a Google+. Parece un sistema bastante cómodo para compartir música, pero se echan en falta las otras redes sociales.
Precio y versiones gratis
El precio es uno de los factores diferenciales entre ambas plataformas. O, mejor dicho, se diferencian notablemente en lo que oferta cada una para las diferentes modalidades de suscripción. La versión gratuita de Spotify te deja escuchar música, con un límite de horas mensuales, en la versión de escritorio. Google Play Music se puede utilizar sin la suscripción a All Access, pero no tendrás acceso a nada de su catálogo, sólo a las canciones que hayas subido previamente a Google.
La versión de pago de Spotify es doble: por 5 euros al mes puedes disfrutar de música sin límites en tu ordenador. La versión Premium, sin embargo, cuesta 10 euros al mes y te da acceso también a la app para móviles y tablets. En el caso de Google, sólo hay un precio: 8 euros al mes si te registras antes del 15 de septiembre y 10 euros si lo haces más tarde. Además, Google ofrece los 30 primeros días gratis. Eso sí, cuidado si lo pruebas gratis porque si no haces nada automáticamente empiezan a cobrarte al pasar los días gratuitos.
Conclusión
Los dos servicios te ofrecen horas y horas de música a un precio muy razonable si escuchas música con asiduidad y, además, tienes gustos musicales muy diversos. Tras años felizmente suscrito a Spotify Premium, el interfaz de Google me ha sorprendido gratamente. Es muy claro y, quizá por seguir la misma filosofía de diseño que otros servicios de Google y de Android, casi puedes moverte por él con los ojos cerrados. Es, incluso por encima del servicio gratuito de almacenamiento online y de streaming, lo que más debería cuidar Spotify.
¿Me cambiaré? Por ahora voy a disfrutar de los 30 días gratis que ofrece Google, y después me plantearé si aprovechar la oferta de lanzamiento para ahorrarme los 2 euros al mes. Me ayudaría a decidirme que, cuando el equipo de marketing habitual regrese de sus vacaciones, le pongan un nombre con menos de cinco palabras.
Todavía no estoy convencido de que me compense renunciar a tareas como compartir la música en Twitter o Facebook sin esfuerzo. Pero, sobre todo, son otras dos limitaciones las que me impiden dar el salto: la ausencia de un cliente oficial para otros sistemas que no sean Android (uso también iOS y Windows Phone de manera regular) y algo que no hemos mencionado pero que, para muchos usuarios, es fundamental: Spotify dispone de una función para importar listas de reproducción, pero no permite exportarlas. Algo que, por supuesto, tampoco permite hacer Google Play Music All Access. De nuevo los intereses comerciales impiden que dispongamos de nuestros datos y de nuestro esfuerzo (elaborar listas de canciones puede llevar muchas horas) como nos apetezca.
Una de las funciones que más utilizo a la hora de escuchar música es la de «Reproducir/Pausa» que tengo establecida en uno de los botones del ratón (además de los de «Siguiente pista» y «Pista anterior»), pero al ser GPMAA una versión web, estas funciones no están disponibles. Si esto no fuera así y llegara a funcionar, sería el desencadenante definitivo para abandonar Spotify.
Me ha encantado tu análisis!!! Muy completo y objetivo aún siendo usuario de Spotify desde hace años como comentas.
Yo por mi parte también estoy probando los 30 días gratuitos que ofrece el gigante de internet, y casi seguro que continuaré aprovechando la oferta de los 7,99€ mensuales. Aunque debo decir que en mi caso sólo he utilizado (y utilizo) Spotify en su versión gratuita de escritorio.
Seguiré tus análisis desde ahora en adelante. Sigue así!
Google pide datos de la tarjeta de crédito incluso para la prueba gratuita !!!
Eso lo hacen fran porque en varios países el servicio no está disponible y como puedes montar un proxy para engañar que estás en un país que si tiene el servicio te piden esos datos para verificar que realmente tu tarjeta pertenece a ese país. Pero no te hacen ningún cargo, además no solo con las de crédito, también con las de débito puedes registrarte.
Yo he sido Usuario de Spotify cerca de 6 meses aqui en Mexico, sin embargo el dia de ayer que se libero Google Play All Acces Music lo contrate de inmediato por unas simples razones: era mas barato, Por su catalogo mas completo y Por dios Es google!! es lo mejor! Yo hechaba mucho en cara que Spotify no tenia a Simple Plan, James Blunt, Bruno Mars, etc artistas de renombre, junto con que, si quieres poner una cancion de tono, iAlerta! esta tienes que descargarla tu mismo de otro lado! en fin…
Es un Fiasco esto de Google… tienes que esperarte de 5 a 10 segundos para que se reproduzca una bendita cancion, y en spotify si acaso 2 seg, es una mierda su programa «online mediante una pestaña web» ya que si noo tienes mucha ram en tu ordenador y/o espacio suficiente en la memoria olvidate!! escucharas puras trabas :S lo mismo pasa en la app Movil
En conclusion Google Play Acess Music es mas barato y mas colorido (Bonita interfaz) pero es una bil patada en la cola… me regreso a Spotify donde si hay calidad sin trabas y su programa de escritorio es la onda lml
Tenía Spotify Premium pero tuve muchos problemas en el almacenamiento de los discos que me descargaba porque se borraban automáticamente asique probé con GPM y ese problema no lo tuve y además es muy fácil subir tu propia música para completar discografías. Eso me llevó a renunciar a Spotify y suscribirme a GPM (ojalá cambien el nombre).
estoy muy contento con spotify PREMIUM, sin embargo algún día probaré GPM cuando sea más estable