Star Trek Futuro

Una vez, hace ya muchos años, escuché que la ciencia ficción no es en muchos casos, valga la redundancia, ficción. En realidad se trata de una visión de su autor, más o menos acertada, sobre cómo será el futuro. Gracias a este género, hemos visto imágenes formidables, como las de un año 2000 en el que los viajes a la luna eran como coger el metro, los coches voladores aerodeslizadores copaban las calles y, por alguna extraña razón (quizá la intensificación de la radiación cósmica), todos vestí­amos ropa plateada, como si fuéramos un pollo a punto de entrar en las tripas del horno. Sin embargo, también hay otros casos en los que la lucidez de sus creadores, sí­ que les permitió adelantarse, unos cuantos años, a lo que estaba por venir. Y, a este respecto, Star Trek se ha ganado una mención honorí­fica. ¿No lo crees? Repasemos algunos avances…

El intercomunicador, un pequeño dispositivo, de bolsillo, con el que el capitan James T. Kirk podí­a establecer comunicaciones de voz bidireccionales y en tiempo real con otras personas. ¿Te suena de algo? Pocos son capaces de negar la inspiración que el dispositivo de comunicación de la tripulación del Enterprise supuso para el mundo de la telefoní­a. Es más, el logotipo de Motorola, parece claramente inspirado en el de Star Trek. Y, hace ya algunos años, la presentación del exitoso Star Tac, uno de los teléfonos más vendidos por la compañí­a en toda su historia, contó con más de una referencia a la serie creada por Gene Roddenberry.

-Data, deje usted de hacer cosas raras con su chip emocional y alcánceme el iPad esa especie de tabla con pantalla en la que puedo jugar al Angry Birds supervisar el estado de la nave. El capitan Picard no podí­a ni imaginar por aquellos entonces que, muchos años después, un tipo también con poco pelo y visionario, copiarí­a su dispositivo y empezarí­a a venderlo en dos colores, con 16, 32 y 64 gigas, y con conectividad wifi o wifi y 3G. Sólo me surge una duda, ¿de dónde se bajaba las apps, si todaví­a no existí­an el App Store ni Google Play? Ahh, perdón, que es el futuro, me he despistado por un momento.

La videoconferencia ha sido un elemento recurrente en la televisión y en el cine. Por aquellos tiempos, cualquiera podrí­a pensar que tendrí­amos que llevar siempre encima el peine y un set básico de maquillaje. Pero recuerdo perder ese temor la primera vez que vi una videollamada entre el Enterprise y una nave Klingon. Era evidente que no habí­a necesidad de preocuparnos por nuestro aspecto durante dichas comunicaciones. Así­, no sé si Star Trek fue la primera serie en mostrar un sistema de comunicación en tiempo real por ví­deo, pero sí­ que nos inspiró a plantearnos las mismas con un look casual, lo que es muy de agradecer.

Reconozco que, la primera vez que vi a Geordie LaForge en La Nueva Generación, pensé que llevaba diadema (sí­, pese a su corte de pelo) y que, por alguna razón, se le habí­a caí­do. Luego entendí­ que se trataba de un visor. Poco después llegaron los Borg (o el Borg, ¿qué es más correcto?) con esas prótesis en los ojos. Pero la verdadera sopresa llegó con Espacio Profundo Nueve. En ella, el Capitán Sisko empleaba un sistema visual, consistente en una pequeña pantalla transparente situada frente a uno de sus ojos, y que le mostraba todo tipo de información. Uhmmm, recapitulemos, ¿visor transparente frente al ojo? Quizá Google abrió una delegación en los confines del espacio conocido?

Ahhh, y una que me encanta. Volvamos a la serie clásica y recordemos a la oficial de comunicaciones del Enterprise, Uhura. Llevaba un pinganillo en la oreja, con el que podí­a comunicarse igual que a través de su consola. Quizá pueda sonar soprendente, pero a dí­a de hoy yo a eso lo llamo manos libres bluetooth.

Star Trek futuro

Todo esto, no obstante, tiene dos lecturas. La primera y más evidente, es que Star Trek lleva anunciando el futuro desde 1966. Y, claro, los que en uno u otro momento hemos sido seguidores de la saga, pues nos pavoneamos de ello. Sin embargo, tampoco hay que perder de vista otro enfoque que, al menos en parte, también tiene cierta lógica: ¿y si fueran obras como Star Trek las que, en algún momento, han sido la inspiración de empresas y diseñadores? No es descabellado imaginar, por ejemplo, a un directivo de Motorola que, allá por los 60, se viera sorprendido por esos dispositivos de comunicación que empleaban Kirk y los suyos. Para un trekker (seguidor de Star Trek) resulta difí­cil decidir qué es mejor ¿que su serie favorita haya anunciado el futuro, o que lo haya inspirado?

Ah, si te ha gustado la relación entre Sisko y las Google Glasses, no debes dejar de ver este ví­deo, en el que Brent Spiner, Data para sus compañeros de batallas (y también para Sheldon Cooper, en el episodio de Big Bang en el que firma la paz con Wil Wheaton), en el que unos estudiantes le invitan a probarse las gafas de Google.

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