Los televisores pequeños tienen cabida en los hogares. De hecho, uno de cada tres teles que se venden es nuestro país tiene una pantalla con una diagonal de menos de 32 pulgadas. Estos televisores resultan adecuados para segundas residencias y para otras estancias de la casa, como puede ser la habitación de los niños o la cocina. Por eso, los fabricantes nunca dejan de mantener dentro de sus catálogos esta clase de productos. Como es el caso de Toshiba, que sigue apostando por televisores de dimensiones reducidas y de bajo consumo, con sus series L1 y W1 Slim LED. Son televisores LCD con retroiluminación LED situada en los bordes. Los paneles están rodeados por un marco estrecho de menos de dos centímetros. Son aparatos con poco fondo, ya que miden 4,6 centímetros en la parte más gruesa.
Los Toshiba de las series L1 y W1 están disponibles en dos colores: negro o blanco. Los de la Serie L1 son de 22 pulgadas (55 centímetros), mientras que los de la Serie W1 son de 24 pulgadas (60 centímetros) En caso necesario, se pueden instalar sobre la pared, o bien basta con dejarlos apoyados sobre una mesa o una estantería sobre la peana que viene de serie. Tienen una entrada para PC, por lo que pueden funcionar perfectamente como monitores para ordenador. Así es posible ahorrar espacio en la habitación. De cualquier manera, integran un doble sintonizador de televisión. Pueden sintonizar emisiones de TDT HD y TDT. El aspecto es panorámico (16:9) y la luminosidad alcanza las 250 candelas por metro cuadrado.
El panel de los Toshiba de la Serie L1 ofrece una resolución de 1.920 por 1.080 píxeles (Full HD) y una tiempo de respuesta de 5 milisegundos (ms). En cambio, los de la Serie W1 son HD Ready (1.366 por 768 píxeles) y el tiempo de respuesta es de 8,5 milisegundos. La tasa de refresco es de 50 hertzios. Los modelos de ambas familias disponen de varios modos de imagen, uno de ellos específico para videojuegos y otro para ordenador. El sonido es estéreo Nicam, aunque pueden reproducir sonido envolvente virtual y descodificar el formato Dolby Digital.
Los modelos de ambas gamas cuentan con un puerto USB 2.0, desde el que es posible reproducir vídeo, música y fotografías. Además, tienen una entrada HDMI, una entrada de vídeo por componentes, un euroconector, una entrada de vídeo compuesto, una entrada para PC, una salida de audio digital coaxial, y una salida para auriculares. A esto hay que añadir una ranura de interfaz común (CI+), que está preparada para la TDT de pago. La guía electrónica de programación (EPG) abarca 8 días para los Toshiba L1 y se extiende hasta los 13 días para los Toshiba W1. Por otro lado, el mando a distancia suministrado es el mismo en las dos gamas. La instalación y la configuración de estos aparatos es realmente sencilla. Es posible encontrar a en las tiendas los televisores de Toshiba de la Serie L1 desde 200 euros, y los Toshiba de la Serie W1, a partir de 250 euros.