Por medio de una muy esperada firma, los tres grandes operadores de nuestro país, Telefónica, Orange y Vodafone, han llegado a un acuerdo para compartir las infraestructuras verticales (accesos al interior de los edificios) de fibra óptica en edificios. El acuerdo detalla cuáles serán esos edificios en los que lo harán y, también, los procedimientos técnicos que usarán para ello. A partir de ahora, las operadoras dirán en qué ciudad, zona o edificio quieren instalar su fibra, y el operador que ya tenga la fibra instalada en la zona o edificio, preparará un plan de entrega de esas infraestructuras. Por medio del acuerdo también podrán compartir las acometidas que ya hayan sido construidas o que cada uno construya las suyas.
Básicamente, el compromiso al que han llegado les permitirá multiplicar su alcance, ya que cualquiera de ellas podrá hacer uso de los despliegues verticales de los competidores allá donde los necesiten. De momento, tanto Vodafone como Orange podrán emplear progresivamente las infraestructuras verticales de Telefónica y, en la medida en que ellas creen las suyas propias, Telefónica podrá pedir que se compartan los verticales de la competencia.
Este acuerdo sobre el uso compartido de las verticales de fibra óptica en edificios tendrá un precio, marcado mediante resolución por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, que se abonará en un solo pago por cada vertical (es decir, por cada edificio al que quieran acceder). Ese pago dará derechos de uso al operador por un periodo no inferior a 20 años.
Esta firma llega después de que, el pasado mes de abril, Telefónica ofreciera a Vodafone y Orange una propuesta para compartir su red de fibra óptica en edificios. Claro que esa propuesta vino después de que Vodafone y Orange pidieran a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones que obligara a Telefónica a cerrar un acuerdo al respecto antres del 1 de junio. Orange, por su parte, denunció los continuos bloqueos del presidente de Telefónica, César Alierta a las negociaciones, que se extendía por más de un año, para impedir la competencia.
Por lo pronto, Telefónica ha llevado ya la fibra óptica a más de 2,2 millones de hogares en nuestro país, y Vodafone y Orange prevén, por un acuerdo anterior, invertir equitativamente más de 1.000 millones de euros en desplegar su propia red, con intención de llegar a más de 6 millones de hogares y empresas en las 50 principales ciudades de España. La noticia es especialmente buena para las comunidades de vecinos, que no tendrán que realizar una acometida por cada operador, y la ya existente, o la del primero que la realice, será válida para los tres. Además, podrán acceder a la oferta más interesante de cualquiera de los operadores, en vez de tener que «conformarse» con la del único que ya haya «cableado» la zona en la que reside.
