Es una especie de barra libre de películas. Una tentación para los cinéfilos. MoviePass, así se llama el servicio que ofrece la primera tarifa plana de películas de la historia por 30 dólares al mes, lo que serían alrededor de 22 euros al cambio actual por ir al cine cuantas veces quieras. Lamentablemente el servicio solo funciona, de momento, en Estados Unidos y está dirigido a los usuarios se entregan al séptimo arte todas las semanas. Nadie dice que el sistema no pueda exportarse a nuestro país. Todo se verá. De momento, MoviePass ofrece a sus clientes acceso ilimitado al cine por cuotas que oscilan entre los 30 y los 35 dólares al mes, dependiendo del lugar donde residan, dentro de Estados Unidos. Al suscribirse, el usuario puede acceder a sus salas de cine favoritas con la tarjeta de débito que le entrega MoviePass y que sirve para controlar el número de películas que se han visionado. No hay límites en cuanto a la cantidad, pero sí existen algunas limitaciones que conviene tener en cuenta…
Es cierto que con MoviePass uno puede ver todas las películas que quiere, pero también es verdad que para poder disfrutar del servicio tendrás que suscribirte durante un año entero. Por lo demás, parece que no entran en este presupuesto mensual las películas en 3D y que solo puedes ver una película por día. Son las pequeñas limitaciones que presenta el servicio. ¿Las ventajas? Un ahorro considerable a tener en cuenta si nuestra afición principal es ir al cine y si solemos visitar las salas cada semana. No hay que perder de vista que en Nueva York, una entrada para una película de estreno cuesta de 11 a 13 dólares (9 o 10 euros al cambio actual). Esto significa que con ir tres veces al cine ya estaríamos amortizando el precio del servicio. A esta ventaja, que es crucial en los momentos que corren, hay que sumarle la aplicación para móviles que MoviePass también tiene a disposición de sus clientes y que permite a los usuarios consultar información sobre la cartelera, cines y sesiones disponibles.
Al parecer, la industria hollywoodiense tiene en mente cuidar a los más cinéfilos. No en vano, del 50% de las entradas que se venden en Estados Unidos durante un año, el 10% son adquiridas por los súper aficionados. A su vez, ellos son los que influyen en la opinión pública a través de las redes sociales y escribiendo en sus blogs durante los tres días siguientes al estreno. Por ahora, todos aquellos que quieran acceder a MoviePass tendrán que ser invitados, puesto que el servicio todavía funciona de este modo. Si el proyecto termina en una fórmula de éxito, sus fundadores podrían proponer a sus mejores clientes ofertas para acceder a eventos exclusivos, precios especiales, regalos, premios y hasta tarifas reducidas para determinados días de la semana. Todo se andará.
¿Y en España? ¿Qué ocurre en España? Pues bien, la situación para los cineastas no es menos desalentadora. O quizá sí. La subida del IVA cultural (que pasó del 8% al 21%) ha contribuido a la fuga de espectadores de las salas de cine. Tanto es así, que algunas productoras ya están pensando en distintas fórmulas para escapar de esta crisis con ánimo de cronificarse. En las últimas semanas, algunas asociaciones de consumidores (concretamente, FACUA) han encendido ya el debate para promover una tarifa plana que permita a los usuarios españoles disfrutar del cine por un precio más asequible. ¿Y tú, pagarías la llamada tarifa plana de 20 euros al mes por ir al cine cuantas veces te pida el cuerpo?
Aquí esta claro, 50 euros por lo mismo o menos, y con mas limitaciones…