En el principio de los principios (de Internet) existía AltaVista. No hace falta tener conocimientos de arqueología para saber de qué estamos hablando, aunque lo cierto es que solo recordarán este buscador aquellos que accedieron a Internet por primera vez allá por los años 90. Sí, AltaVista fue un motor de búsqueda de Internet que se presentó en 1995 y que hoy cierra sus puertas. El dinosaurio de las búsquedas se despide 18 años después de haber nacido. Lo hará el próximo 8 de julio después de haber dado servicio a miles de millones de personas en su momento y de haber fracasado al poco tiempo. No en vano, Yahoo! – la compañía en cuyos brazos descansaba desde 2003 – lo abandonó a su suerte para regalar la carrera a Google, actual gigante de las búsquedas de Internet. Ni su salida en bolsa, ni las recompras, ni los 20 millones de páginas indexadas lograron catapultar este buscador a la cima. La de Mountain View ya se había adelantado para empezar a alojar decenas de miles de millones de páginas.
Ninguno de sus padres supo muy bien qué hacer con Altavista. Su dueña, Digital Equipment, logró que Compaq la adquiriera en enero de 1998. En ese momento, Altavista Digital pasó a ser Altavista y era un poco más fácil acceder a ella. En el año siguiente fue vendida de nuevo a CMGI y salía a bolsa, pero el crash del puntocom llegó en 2001. Despidos, cierres y… ¡una compra en 2003! Yahoo! se arriesgaba – es una experta en esta clase de aventuras – y adquirió Overture, una empresa que ese mismo año había comprado Altavista en un nuevo intento para el rescate.
Es cierto que en ese momento, Yahoo! se aprovechó de las tecnologías de Altavista, que ya habría terminado su camino como marca. La compañía californiana copió de manera legítima (pues había pagado por ello) su funcionamiento. Algo debía tener Altavista, porque Google hizo lo propio. No obstante, los escasos recursos y la falta de interés contribuyeron a que Altavista no fuera regada convenientemente y quedara anclada en el pasado, cual vieja gloria en el museo de cera. Años después, ya durante la primera década de los 2000, la mayoría de usuarios decían que habían utilizado Altavista, pero que ahora empleaban Google. Los papeles se habían invertido, así que la de Mountain View comenzó su ascendencia hacia el éxito. No se detuvo ni un solo momento para respirar, así que su escalada al trono culminó en una primera posición, sólida y duradera. Se trataba de alimentar y de trabajar a conciencia. Yahoo! decidió no hacerlo, así que a estas horas ya no hay otra solución posible. Bajar la persiana será lo más sensato. También lo más rentable.
Yahoo! no ha querido acompañar a Altavista en su declive, aunque lo cierto es que la firma tampoco está en uno de sus mejores momentos. Google la ha superado en todas sus facetas, así que no nos resulta nada extraño que ante esta clase de fracasos, tenga que optar por el cierre. De momento, puedes seguir visitando – aunque sea para despedirte – la página de Altavista. Se trata de un buscador llano, sin más florituras que una caja para introducir el objeto de nuestra curiosidad y ver qué clase de resultados puede ofrecer. El servicio no es malo, pero su especialización deja mucho que desear. Ahora ya es un zombie cuya agonía ha llegado a su fin. Descanse en paz.
