Nokia Lumia 920 01

Nada más salir al mercado un teléfono, algunos se proponen ponerlo a prueba en las circunstancias más extremas: lanzarlo sobre el asfalto a toda velocidad; arrollarlo con la silla del despacho, y lo que es peor, con el coche; o incluso mandarlo muy lejos a la americana, valiéndose de un bate de béisbol. Es lo que ha pasado con los grandes smartphones Nokia Lumia, cuyas pruebas de resistencia (por suerte) siempre han terminado con un final feliz. Orgullosos del comportamiento de sus dispositivos en situaciones de riesgo, los de Nokia han querido repasar algunas historias que han terminado bien y que tienen a un Nokia Lumia como protagonista de una aventura extrema.

1) El Nokia Lumia 900 que resiste al agua. Es uno de los primeros Lumia que presentó la finlandesa y aunque no cuenta con una certificación que lo haga resistente al agua, una usuaria cuenta que su Nokia Lumia 900 resistió sus visitas diarias a la piscina. El dispositivo aguantó estoicamente las salpicaduras. No nos extraña nada. Otros usuarios más arriesgados se sumergieron en el agua con un Nokia Lumia 900 en la mano. Los resultados fueron sobresalientes, por lo menos para una inmersión de tiempo corto.

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2) Un Nokia Lumia 920 que se desliza por las escaleras. El propietario de este modelo dejó caer por accidente su Lumia por unas escaleras de hormigón. El dispositivo se arrastró durante tres metros, aproximadamente, rascando completamente la parte de los altavoces. Daños 0. Pantalla intacta. Hay que recordar, en este punto, que la mayorí­a de nuevos smartphones Nokia llevan una carcasa de policarbonato muy resistente.

3) Un Lumia compatible con el frí­o polar. Llegas a casa y te propones descansar. Quieres mirar las últimas novedades de tu Lumia y te das cuenta de que no encuentras el teléfono. Ah, ya está: te lo has dejado en el coche. El protagonista de esta historia se dejó el Lumia en el coche a una temperatura de -7 Cº. Al recuperarlo se encendió rápidamente, mientras un tablet de otra marca (que también estaba en el coche) tuvo que coger antes un poco de calor para regresar a la vida.

Nokia recomienda expresamente en sus manuales no guardar el dispositivo en lugares con temperaturas muy altas, puesto que podrí­a dañarse la baterí­a o el propio dispositivo. Tampoco son adecuados los lugares muy frí­os, porque al alcanzar la temperatura normal podrí­a generarse humedad en el interior del aparato.

4) El Nokia Lumia 920 que se escapó por el retrete. Los niños son los peores enemigos de un smartphone de última generación. Sus colores, aplicaciones y sonidos son un auténtico imán para ellos, así­ que conviene estar atentos. La hija de este usuario lanzó su Nokia Lumia 920 por el retrete. Preso del pánico, sacó el dispositivo del agua y quitó la humedad con un secador de mano. Los resultados fueron óptimos y ese Nokia Lumia 920 siguió funcionando.

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5) Un Nokia Lumia 800 que cae mil veces al suelo del coche. El propietario de este teléfono asegura que se le ha caí­do al suelo en muchí­simas ocasiones y que nunca ha pasado nada. ¿A quién no se le ha escapado el teléfono en una curva para ir a parar al fondo del asiento?

6) El que salta del bolsillo. A veces llevar contigo el teléfono cuando practicas footing o algún deporte de más riesgo puede no ser una buena idea. A este usuario se le escapó el Nokia Lumia 800 mientras practicaba algún juego. El teléfono saltó varias escaleras y solo terminó con dos abolladuras y una raspadura.

7) ¿Dejarle el Nokia Lumia a Chuck Norris? Que no falte aquí­ una buena dosis de sentido del humor. Un usuario de Nokia afirma haberle dejado su dispositivo a Chuck Norris y haber regresado a su dueño sin rasguño alguno. Parece, en efecto, que los dispositivos de Nokia llegan perfectamente protegidos contra experiencias de riesgo.

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8) El Nokia Lumia 920 que se cae del escritorio. Un usuario narra otro accidente de lo más común: un dispositivo que se cae al suelo desde una mesa de escritorio o de oficina. Este Nokia Lumia 920 se estampó desde más de un metro de altura. Quedó intacto y sin apenas un rasguño.

9) Haciendo snowboard. Otro aventurero que se llevó de viaje el Nokia Lumia 920 para que lo acompañara en su deporte favorito: el snowboard. Durante la actividad, el dispositivo se le cayó al suelo y se deslizó durante varios metros. ¿El resultado? Algunas rayaduras en sus extremos.

10) Arrollado por un coche. Y terminamos con una prueba de fuerza de lo más clásica: el Nokia Lumia 920 que se cae y que es arrollado por la rueda de un coche. El teléfono no sufrió ni un solo desperfecto. ¡Prueba superada!

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