Probablemente habrás oído o visto ya alguna vez las siglas NFC. Una tecnología que se está extendiendo por la mayoría de smartphones y tablets de gama media y alta que salen al mercado. Las firmas publicitan esta conexión como un atractivo más, aunque sin dar muchas explicaciones de su utilidad real. Las operadoras también hablan de las posibilidades que abre esta conexión, y anuncian sus próximos pasos en España. Pero… ¿Qué hay detrás de NFC? ¿Cuál será su utilidad real y por qué tanta expectación? ¿Cuánto tiempo falta para que tenga sentido apostar por un móvil con NFC? Tratamos de responder todas estas cuestiones con la ayuda de Iñaki Cabrera, Head of Services & Innovation de Vodafone.
NFC (Near Field Communication) es una conexión que permite transmitir información entre dos dispositivos compatibles a muy poca distancia (para que se produzca los dispositivos prácticamente deben tocarse). Esta conexión se realiza sin recurrir a la red, y en este aspecto podríamos pensar que se parece a Bluetooth, que también permite transmitir información pero a una mayor distancia. ¿Dónde está entonces el elemento diferenciador de NFC? En la seguridad. Mientras que Bluetooth es una conexión que entraña muchos peligros (de hecho, es recomendable no tener encendida esta conexión a menos de que se esté utilizando), la comunicación a poca distancia NFC necesita un elemento seguro para llevar a cabo la transmisión de datos.
Si el desarrollo de esta tecnología sigue su cauce actual, el elemento clave que permitirá multiplicar las posibilidades del móvil sera la tarjeta SIM. ¿Y para que servirá el NFC? Para realizar pagos a través del móvil. Vodafone ya está probando una herramienta para llevar a cabo las transacciones. Esta herramienta llamada wallet sirve como puente de unión entre el banco y el comercio. Para realizar pagos con el móvil, el usuario registra una tarjeta de crédito o débito en el wallet (de momento la operadora ha llegado a un acuerdo con Visa) y la transferencia de dinero se realiza de manera directa desde nuestra cuenta cuando pasamos el móvil por el lector del TPV (como por ejemplo una caja registradora o el lector para tarjetas de crédito).
Cuando el pago es superior a los veinte euros, el usuario debe insertar un código pin. Esta medida adicional refuerza la seguridad de este método. Según Iñaki Cabrera, para que esta plataforma prospere es vital que se den una serie de condiciones. Por un lado, que el usuario la asocie con un entorno seguro y práctico. Por el otro lado, uno de los principales problemas al que se enfrenta el NFC es la compatibilidad de las distintas soluciones que se lancen al mercado. Todos los actores, tanto operadores como bancos y comercios, son conscientes del potencial de esta conexión, pero falta que se llegue a un acuerdo global para crear un estándar común e impedir que se fragmente este sistema de pagos.
Esta tecnología estará disponible mucho antes de que lo que podía parecer. Desde hace seis meses, todos los terminales de venta que llegan al mercado incorporan conectividad NFC, aunque muchos de ellos la tengan deshabilitada por defecto. La hoja de ruta de Vodafone coloca el verano del año que viene (2014) como la fecha aproximada en la que esta plataforma alcance una extensión notable. En este tiempo se espera que el 30% de los comercios españoles permitan realizar pagos a través del móvil, un porcentaje que subirá a la mitad de todos los establecimientos en los núcleos urbanos.
Esta plataforma requiere, como cabía esperar, una importante inversión por parte de las operadoras. Solo las tarjetas SIM especialmente preparadas para trabajar con los pagos NFC tendrán un precio de construcción de cerca del doble de las SIM tradicionales. Todavía no está claro el modo en el que llegarán estas tarjetas a los clientes de las operadoras, si por ejemplo se ofertarán de manera gratuita o habrá que cambiar de tarjeta para aprovechar esta conexión. ¿Dónde está entonces el negocio para Vodafone o Telefónica? Por un lado, se cobrará una pequeña tasa a los comercios por las transacciones que se realicen a través del Wallet. Pero donde de verdad se puede recuperar la inversión es en las ofertas personalizadas que se muestren a los clientes a través de esta app. Una idea similar a la de servicios como Groupon o Letsbonus, pero con una segmentación de la oferta mayor.
Pero esta conexión no solo permitirá comprar en comercios. La herramienta de Vodafone también contempla la posibilidad de realizar transferencias de dinero entre usuarios de manera directa, con solo juntar los móviles. Una forma curiosa, por ejemplo, de dar la paga a nuestros hijos o de potenciar las ventas privadas. ¿Qué te parece el NFC? ¿Crees que es el futuro del móvil?