La compañía ha decidido dejar de lado su negocio de electrónica de consumo para centrarse en otros segmentos como los equipos de cocina, el alumbrado o productos para infantes. Philips cederá su negocio a la empresa japonesa Funai, que podrá utilizar la marca holandesa en sus equipos durante los próximos cinco años y medio. El acuerdo incluye un pago directo de 150 millones de euros y un pago por el uso de la marca cuyo montante no ha trascendido. Se espera que este acuerdo se pueda cerrar en la segunda mitad de 2013.
Philips ha tomado la decisión de deshacerse de su negocio de electrónica de consumo después de una serie de resultados negativos de este segmento, muy afectado por la competencia de otros fabricantes como Samsung y Sony y por la mala situación económica global. Solo en el último trimestre de 2012, la compañía holandesa presentó unas pérdidas de 358 millones de euros. Hay que tener en cuenta que estos números han venido provocados en gran parte por la multa de 509 millones de euros que le ha impuesto la Comisión Europea, y que Philips tiene intención de apelar.
Esta multa de la Comisión Europea se decidió el pasado mes de diciembre por considerar que Philips, junto a otras empresas como LG, Samsung, Toshiba, o Panasonic, había pactado los precios para la venta de los tubos de rayos catódicos (CRT) que suponen más de la mitad del precio de fabricación de los televisores. Sin esta multa, Philips habría presentado unos beneficios de 150 millones de euros, aunque también hay que tener en cuenta los gastos de la profunda reestructuración que está llevando a cabo la compañía holandesa. Precisamente, la venta de su negocio de electrónica de consumo tiene mucho que ver con la intención de la multinacional de centrarse en los negocios en los que cuenta con mayores márgenes de beneficio, como por ejemplo el alumbrado, productos para bebés y los equipos para la cocina.
El acuerdo alcanzado con la empresa japonesa Funai (con una importante presencia en mercados como el norteamericano o el propio país nipón, pero con poca relevancia en Europa) incluye la cesión de los negocios de reproductores de DVD, auriculares o equipos de alta fidelidad (las divisiones de Video, Audio y Accesorios para el consumidor). La compañía venía sufriendo la fuerte competencia que generan otros rivales como Samsung o Sony.
Se espera que la cesión de estos negocios de Philips se cierre durante la segunda mitad de 2013, e incluirá el pago de 150 millones de euros por parte de Funai. La compañía japonesa podrá utilizar la marca de Philips en los productos de consumo durante cinco años y medio, un acuerdo que podrá prorrogarse otros cinco años más. La marca holandesa ya decidió dentro de su proceso de reestructuración crear una sociedad conjunta junto a la empresa TPV de Hong Kong para comercializar sus televisores con la marca original. Con este acuerdo, Philips pasó a tener una participación menor con el 30% de la propiedad de esta alianza.