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La compañí­a Apple ya está trabajando, como el resto, en sus futuros lanzamientos. De hecho, 2013 será un año importante para todas las firmas, ahora centradas en el tamaño de las pantallas y en la popularización de la telefoní­a móvil inteligente. Tanto es así­, que rumores divulgados por el Wall Street Journal afirman que la factorí­a de Cupertino podrí­a estar interesada en el lanzamiento de un smartphone más económico, confeccionado con una carcasa de policarbonato. La misma fuente afirma que el nuevo iPhone se parecerá muchí­simo al iPhone 5 actual, aunque estará fabricado con un material más resistente y económico. Al igual que el Nokia Lumia 920 o el Samsung Galaxy S3, el futuro iPhone contarí­a con una carcasa de policarbonato en lugar de un chasis carí­simo, compuesto por una aleación metálica y un costoso vidrio. Esta serí­a una de las caracterí­sticas que reducirí­a el precio final que paga el consumidor a la hora de adquirir la última generación de su teléfono favorito.

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Pero, ¿vale realmente la pena? En los últimos tiempos, algunos fieles compradores de la marca Apple se han preguntado si un dispositivo que cuesta 670 euros (como mí­nimo) puede ver doblada su estructura en cualquier accidente doméstico, presentar fallos en la conectividad Wifi o salir de la caja con defectos de fábrica. Los consumidores lo han notado y de hecho, 2012 no ha sido un buen año para la firma. Las ventas de su producto estrella, el iPhone, retrocedieron de manera significativa. Y aunque la firma obtuvo beneficios, la desaceleración de las ventas hizo que no llegara a los 29 millones de iPhone previstos en el tercer trimestre del año, sino a 26 millones de iPhone comercializados. Con todo, a Apple no le quedó otra que rebajar su previsión de ventas, aunque en el caso del iPad el í­ndice de ventas está siendo favorable. Con estos números sobre la mesa, no nos parece nada extraño que Tim Cook y los suyos estén pensando en una fórmula para popularizar la adquisición de los próximos iPhone.

En realidad, la carcasa o el cristal de la pantalla no serán los únicos componentes que tendrán que ser actualizados. Los circuitos internos, chips y demás piezas también deberán ser más asequibles para reducir el coste final del aparato. Veremos cómo se las apaña Apple. De momento, parece que la versión más cara y aristocrática del iPhone – denominado iPhone 5S o iPhone 6, todaví­a no lo tenemos muy claro – se presentarí­a durante los próximos meses de verano de 2013. En alguna ocasión, también se ha rumoreado que el teléfono podrí­a darse a conocer de manera anticipada, con el fin de evitar el estancamiento en las ventas del iPhone 5, tal como ocurrió con el iPhone 4S, en los meses previos a la puesta de largo de la nueva generación de este teléfono. Las últimas especulaciones hablan de un teléfono que cambiará de tamaño y que estará disponible en muchí­simos colores distintos, al igual que ocurre con el vigente iPod Touch. Se avecina un cambio de estrategia. ¿Lo lograrán?

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