Denuncian a Apple por copiar el diseño de un reloj suizo

Apple está teniendo una semana movida. Desde ayer mismo, la compañí­a californiana se ha convertido en el centro de la polémica – también en las redes sociales – por el mal servicio que está dando Apple Maps (el nuevo servicio de mapas que propone Apple para iOS 6). Si todaví­a no sabes de qué va la pelí­cula, abreviaremos indicándote que al buscar la localización de la Alhambra de Granada, los usuarios eran remitidos a la ciudad Granollers, justamente ubicada en Cataluña. En cualquier caso, y mientras se resuelve esta primera polémica, el servicio ferroviario suizo ha decidido fraguar su propia controversia. Nos explicamos. Según informa El Paí­s, el sistema ferroviario suizo – también denominado Schweizerische Bundesbahnen, acaba de denunciar a Apple por copiar el diseño de su reloj. El diario suizo Blick ha sido el encargado de difundir el caso, indicando que la intención de los suizos es la de entablar conversaciones con Apple para obtener una compensación económica. Lo que faltaba.

No es ninguna broma. El diseño del reloj del servicio ferroviario suizo está registrado y parece que sus propietarios están dispuestos a luchar por él. Así­ lo han indicado en distintos medios, así­ que, un nuevo frente de guerra se abre para Apple. No hay más que verlo: el reloj que aparece en la imagen superior (situado en la parte derecha) es idéntico al que luce el nuevo sistema operativo iOS 6, que es el que puedes ver situado a la izquierda. El reloj en cuestión aparece en los iPhone o iPad que ya han sido actualizados al nuevo sistema operativo, pero también en los iPhone 5 que acaban de ser lanzados al mercado y que por supuesto, vienen equipados con iOS 6 de serie. La función del reloj en los dispositivos de Apple es clara: dar la hora a los usuarios de una manera original, más allá del clásico reloj en formato digital.

En cualquier caso, conviene indicar que el reloj de la polémica fue diseñado en 1944 por un tal Hans Hilfikeren. De hecho, los entendidos cuentan que en ese mismo año quedó registrada la patente, de manera que parece obvio que Apple deberí­a haber tenido en cuenta esta situación y pedir la correspondiente autorización a los propietarios de la licencia para integrarlo después en su sistema operativo, un sistema por suerte o por desgracia (más bien por suerte) suele dar la vuelta al mundo: la anécdota del reloj no podí­a pasar desapercibida ante los ojos de los suizos ni de cualquier otro experto en materia de relojes. ¡Menudos son los suizos!

En estos momentos, la firma Mondaine tiene en su poder la licencia que le permite comercializar relojes, mejor dicho, réplicas del reloj de Hilfikeren. Es por eso que André Bernheim, dueño de Mondaine, ya ha indicado que tomará medidas legales para que Apple pague lo que le debe. Por su parte, la firma de Cupertino se ha mantenido ajena a la polémica. Tanto es así­ que por ahora no ha querido hacer declaraciones, algo que, por otra parte, es de lo más habitual en esta compañí­a. De hecho, ni tan siquiera los propios demandantes han recibido respuesta alguna del equipo de Tim Cook. ¿En qué estará pensando Apple? ¿Estará demasiado ocupada presentando demandas sobre la propiedad intelectual de sus productos?