TwitSHIT

TwitSHIT, el juego del social mierda. Disculpa el lenguaje, pero así­ es como ha bautizado Raúl Oliván su forma de entender cómo serí­a Twitter si se convirtiese en un juego de mesa. En realidad, se trata de la desternillante visión en la trayectoria de un tuitero desde que es un «puto huevo» ””es decir, desde que comienza a usar esta red social, que asigna automáticamente a los nuevos perfiles una imagen que representa un huevo, como el pajarito que aún no ha salido del cascarón””, hasta que se convierte en un «gurú».

Entre ambos momentos, asistirí­amos a todo un viaje iniciático que llevará al tuitero de TwitSHIT a saborear las agridulces mieles desde los primeros pasos como usuario en este curioso universo limitado a 140 caracteres hasta que alcanzas el Olimpo de Twitter, materializado en la invitación a participar, en calidad de conferenciante, claro, en una charla acerca de esta red social. Mientras tanto, el camino que se describe en este hilarante juego de mesa ””que se puede descargar gratis en forma de PDF desde la web del autor”” pasará por todo tipo de situaciones tan paradigmáticas como jocosas.

TwitSHIT

Por ejemplo, TwitSHIT presenta el inicio de todo tuitero como un usuario con pocos seguidores que se anima a hacerle follow a algunas celebridades, ya sean deportistas como Pau Gasol, o periodistas como Ignacio Escolar.

La aventura seguirá adoptando rutinas que antes de iniciarnos en Twitter nos sonaban a chino, como realizar un retweet ””es decir, compartir con nuestros seguidores los tweets de otros usuarios de la red”” o hacer uso de un hashtag ””esa fórmula que se construye con un signo de almohadilla directamente seguido de una palabra o una secuencia de palabras sin espacios para determinar un tema concreto.

No obstante, convertirse en un gurú no es fácil, y antes tendremos que meter la pata algunas veces. Así­, por ejemplo, deberemos que atravesar por las áridas experiencias de hacernos un retweet a nosotros mismos o querer realizar un DM ””Direct Message, o mensaje directo, la fórmula con la que se pueden enviar mensajes privados””, cayendo en el error de publicar un bochornoso tweet a la vista de todos en nuestro Timeline ””o lí­nea de tiempo, que viene a ser el espacio donde se sucede la actividad pública de Twitter””.

TwitSHIT

No faltan otras pifias legendarias durante el ascenso de un tuitero desde huevo a gurú. En este sentido, en la casilla número 31 nos toparemos con un importante patinazo que hará que Twitter ponga en jaque nuestra posición laboral: compartir públicamente los resultados de una partida de Bubble Shooter como ya hiciera la ministra de Trabajo, Fátima Ibáñez.

Pero el error más flagrante llegará a tu paso por la necesaria profesión que todo aspirante a gurú debe ejercer en algún momento: la de Community Manager. Y es que, como se describe en la casilla 51 de TwitSHIT, llevar varias cuentas para otros tantos clientes no es un plato que se digiera con facilidad, y da pie a la confusión. A causa de esto, acabarás publicando una entrada personal ””y muy embarazosa”” en uno de los perfiles oficiales de alguna de las empresas que te pagan para gestionar su imagen en redes sociales. La consecuencia será clara: despido fulminante.

Pero ese no será el final, sino un mero escollo necesario en el ascenso a la posición de gurú. Y como un gurú se lleva bien con otro gurú, recurrirás a algún truquito para que el iluminado de turno comience a seguirte, lo cual acabará, previsiblemente, en un notable incremento en tu cartera de seguidores.

Mientras tanto, a medida que avanzas en tu desarrollo como todopoderoso usuario de Twitter, irás conociendo ””y controlando, qué duda cabe”” herramientas como Klout , acortadores de direcciones web o SocialBro. Tras pasar por esta odisea en 140 caracteres, y 62 casillas después, te coronarás como el gurú que Twitter necesita.

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