Más espacio. Esta es la premisa de Samsung para los frigoríficos de la nueva serie G, una nueva gama que promete más espacio interior a pesar de seguir siendo compactos por fuera. Además, mucha más eficiencia energética y un sistema de enfriamiento rápido son los puntos más destacables de esta gama.
La serie G cuenta con ocho modelos que se ajustan a los diferentes tamaños de cocina. Lo que más llama la atención es el aprovechamiento del espacio. Según el fabricante, estos frigoríficos son más amplios, concretamente hasta 60 litros más de espacio interior que un frigorífico convencional. Esta reducción se lleva a cabo gracias a la tecnología SpaceMax. Esta consiste básicamente en conseguir el mismo efecto aislante con unas paredes más finas.
Otros de los puntos más destacables viene de la mano de la eficiencia energética. Cuentan con un nuevo compresor «Digital Inverter». Permite que la temperatura se mantenga constante sin necesidad de estar encendiendo y apagando el aparato. Además, distribuye el frío de una manera homogénea. Lo hace a través de multitud de inyectores situados en cada estantería, manteniendo una temperatura constante en todo el interior. Además, la garantía de este sistema es de 10 años.
Con todas estas características de ahorro, la gama consigue la mejor certificación energética: A+++. Ayuda también la iluminación interior, que se lleva a cabo a través de una tira de LEDs. Estas luces consumen mucho menos que las bombillas tradicionales de bajo consumo y su vida útil es mucho más larga.
Un detalle encantador es el «cajón cero grados». Permite adaptar la temperatura de manera independiente a la del resto del frigorífico. Pero lo realmente interesante es el modo «Enfriamiento rápido». Con él, se pueden enfriar bebidas muy deprisa, según Samsung hasta seis veces más rápido que con frigorífico convencional. Además, cuenta con un temporizador de 60 minutos para evitar que las bebidas se congelen.
El display azul que se encuentra en todos los modelos permite regular las opciones del frigorífico sin tener que abrir la puerta. Es un buen detalle estético en un conjunto bien terminado estéticamente. Los modelos trasmiten las sensación de limpieza y modernidad que solemos buscar en estos aparatos.
Las cocinas más pequeñas agradecerán frigoríficos de este estilo, donde guardar más alimentos en menos espacio. Además, resulta muy tentadora la opción de enfriar bebidas muy rápidamente, un problema habitual especialmente en verano. Las estanterías se pueden montar de diferentes manera, haciendo más eficiente el espacio interior. Junto con su reducido consumo energético, estos frigoríficos se convierten en una opción muy interesante si estamos pensando en renovar este electrodoméstico.
Los frigoríficos Samsung serie G ya se pueden encontrar en las tiendas y su precio oscila entre los 400 y los 900 euros dependiendo del modelo que elijamos.