No todas las cámaras de fotos están pensadas para comuniones y bodas. Algunas, como la Olympus TG 1 iHS tienen vocación aventurera. Es una cámara compacta para llevar a todas partes, incluido debajo del agua. Inmersiones, golpes, polvo… Esta cámara está pensada para resistir todo lo que le echen.
La Olympus TG 1 iHS presume de aguantar caídas de hasta dos metros de altura, es decir, que no debería haber problemas con que se nos caiga al suelo. Además, en capítulo de la resistencia, puede sumergirse hasta al menos 12 metros de profundidad.
Esta capacidad de inmersión parece ser uno de los aspectos que más se han cuidado en la Olympus TG 1 iHS. No sólo se ha mejorado el sellado para incrementar la profundidad, sino que se ha prestado especial atención a la luminosidad. Y es que bajo el agua la luz empieza a faltar al cabo de poco tiempo. Para esto, se le ha equipado con una apertura de diafragma de hasta f.2.
Es un número muy alto para una cámara compacta, y asegura que tendremos suficiente luz en casi todas las ocasiones. La luminosidad del objetivo no sólo ayuda bajo el agua, sino también en situaciones comprometidas de luz como atardeceres o interiores. En estas ocasiones es posible que no sea necesario recurrir al flash integrado con el que cuenta la Olympus TG 1 iHS.
Cuenta con un sensor CMOS de 12,3 megapíxeles. Una cifra suficiente para los propósitos de una cámara compacta. Para hacernos una idea, con una foto tomada a esta calidad podríamos imprimir una copia en papel de tamaño A3 a gran calidad (300 puntos por pulgada). Además graba vídeo en calidad Full HD 1080p. Si bien siempre conviene recordar que es una cámara compacta y por tanto poco estable, con lo que a la hora de grabar un vídeo es mejor que la dejemos apoyada en alguna parte o utilicemos un trípode.
La Olympus TG 1 iHS cuenta con un objetivo zoom de cuatro aumentos, que corresponde a un 25 – 100 mm en fotografía tradicional. No es una cifra demasiado espectacular, y el objetivo puede quedarse corto por ambas partes. Es el precio a pagar por tener una cámara estanca en la que el objetivo no puede extenderse hacia fuera con normalidad. Para visualizar las fotos y vídeos, la cámara cuenta con una pantalla OLED de tres pulgadas.
Una de las cosas que más llama la atención es la inclusión de una pequeña oferta de lentes intercambiables para esta cámara. De momento sólo cuenta con un ojo de pez y un pequeño teleobjetivo. No es gran cosa, pero puede ser una aproximación de la marca hacia el mercado de las cámaras compactas de lentes intercambiables. Además, una pequeña óptica acoplada puede mejorar las características del objetivo, de por si poco llamativas.
La cámara incluye también un GPS para geolocalizar las fotos en un mapa. Es una opción muy interesante para conocer la localización de las fotos a lo largo de un viaje y ubicarlas posteriormente en un álbum interactivo. Estará disponible antes de este verano y por el momento sólo conocemos el precio que tendrá en Estados Unidos: 400 dólares, unos 300 euros al cambio actual.