Interfaz de Windows 8

La salida del nuevo Windows 8 se acerca cada vez más. Apenas quedan unos meses para que podamos tener en nuestras manos el nuevo sistema operativo de Microsoft. Se espera que salga al mercado en algún momento de otoño, probablemente en la última semana de octubre, para aprovechar el tirón de la campaña navideña. Poco a poco se van desengranando más detalles sobre esta apuesta de la compañí­a estadounidense para volver a conquistar el segmento de los ordenadores e introducirse en un campo como el de los tablets, que hasta ahora ha estado marcado por el dominio del iPad y por la competencia que le hacen los dispositivos Android.

Una de las últimas caracterí­sticas que ha salido a la luz sobre Windows 8 es que no reproducirá DVD de manera nativa. Una decisión que mucho tiene que ver con la tendencia actual del mercado de ir abandonando la reproducción de discos ópticos con el objetivo de adoptar otras plataformas como la reproducción de contenidos digitales a través de Internet. Pero también con la orientación de Windows 8 hacia los tablets que no cuentan con unidades ópticas y también hacia los ultrabooks. Los portátiles finos y potentes apadrinados por Intel han tomado como medida estándar las 13,3″ (aunque haya varias excepciones a este tamaño), y eso provoca que estos portátiles tampoco lleven reproductores de DVD (normalmente se empiezan a incorporar a partir de las 14″).

Reproductor de DVD en Windows 8

La decisión sorprende sobre todo porque en la versión beta de Windows 8 sí­ que está incluido Windows Media Center, la herramienta de Microsoft que sirve, entre otras cosas, para reproducir DVD. La idea de la compañí­a serí­a mantener esta herramienta pero solo para aquellos usuarios que desembolsaran una cantidad de dinero para comprarla (no se ha especificado que cantidad de dinero será necesaria). Además, solo los usuarios de Windows 8 Pro (los que utilizaran Windows 8 para el consumidor tendrí­an que actualizar su sistema) podrán acceder a ella. Muchas dificultades para una herramienta que resulta bastante común, a pesar de que esté cayendo en desuso.

La alternativa a estos movimientos está en utilizar otras aplicaciones de pago o incluso gratuitas que puedan realizar estas funciones. En principio una gran mayorí­a de las aplicaciones de escritorio que funcionan en Windows 7 funcionarán también en Windows 8, así­ que no debe suponer un gran problema encontrar utilidades que puedan suplir esta falta.

Microsoft intentará que Windows 8 suponga el salto desde la plataforma de escritorio hasta una interfaz más cercana a los entornos táctiles. A pesar de que el sistema seguirá manteniendo un escritorio similar al del Windows 7 en forma de aplicación, el centro de las acciones del usuario se trasladará a la interfaz principal Metro. Esta interfaz, sacada de Windows Phone, distribuye las aplicaciones y los elementos del sistema en bloques que se ordenan a lo largo de la pantalla. Además del atractivo que pueda tener su interfaz, Microsoft está trabajando mucho para lograr la integración de las apps dentro del ecosistema de Internet, con conexiones con Google, Facebook o Twitter, o también con su servicio de almacenamiento online SkyDrive.

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