El cine de ciencia-ficción ”“como heredero de la literatura decimonónica de Julio Verne, las corrientes de entreguerras con Aldous Huxley o las que llegaron tras la II Guerra Mundial con Arthur C. Clarke o Isaac Asimov, entre otros muchos”“ ha sido un caldo de cultivo excelente para mostrar ingenios proféticos sobre lo que la humanidad sería capaz de mostrar en el futuro.
No obstante, y aunque en ocasiones ha habido mucho tino en lo que a pronósticos se refiere, en una buena parte de los casos se ha errado en la apuesta sobre lo que la tecnología podría haber dado de sí para los habitantes de tiempos venideros. Hoy te presentamos cinco películas en las que hubo otras tantas predicciones que no vieron la luz cuando el futuro se convirtió en el presente.
2001, una odisea en el espacio
Basada en la novela de Arthur C. Clarke, quien adaptó su historia junto al director Stanley Kubrick, esta película hundía sus raíces en temas de alto calado filosófico, aunque no acabó dando en el clavo ubicando a inicios del siglo XXI el viaje del crucero estelar Discovery 1 hacia el planeta Júpiter. Por el momento, las misiones tripuladas en esas distancias no son posibles, aunque sería un acierto que, en caso de que no hubiese impedimentos técnicos para ello, las naves tuvieran esa decoración a caballo entre los años sesenta y los setenta, y que hoy día está recuperando la serie Mad Men.
http://www.youtube.com/watch?v=uU4TQ1NTo50
Pese a todo, la humana mala uva que se gastaba la inteligencia artificial de la nave, Hal 9000, sí que nos recuerda a alguna anécdota protagonizada por el asistente virtual del iPhone 4S. No obstante, sí que hay descubrimientos descritos en la película ”“obtenidas desde la novela”“ que han tenido su traslación al mundo actual. Pero ya hablaremos de eso en otro momento.
Terminator 2
Aún queda tiempo para que las máquinas esclavicen a la especie humana, tal y como sostiene la mitología de esta saga, según la cual en el año 2029 la tecnología habrá acabado por imponer el yugo sobre los hombres. Bien es cierto que en 2012 ya hay no pocos representantes de la humanidad que estamos sometidos por las máquinas, pero no en los términos que sostiene la distópica historia de James Cameron.
http://www.youtube.com/watch?v=eajuMYNYtuY
Donde no acertó la historia ideada por este mago de la ciencia-ficción en activo es en la fecha en que Skynet, la malévola inteligencia artificial que iniciaría la revolución de las máquinas, detonaría las armas nucleares que diezmarían la población humana sobre el planeta. Según la oscura fantasía futurista de Cameron, habría sido el 29 de agosto de 1997 cuando Skynet, tras haber tomado conciencia de sí mismo ”“un avance tecnológico que, por suerte o por desgracia, aún no ha llegado a buen puerto”“ habría iniciado el ataque contra sus creadores en lo que se bautizó en aquella ficción como el Día del Juicio Final. Ese mismo día, en Córdoba se descubrió un cementerio mozárabe, en Disneylandia saltaban las alarmas sobre los peligros de contraer una severa encefalitis en sus instalaciones de Orlando y Denilson fichaba por el Real Betis. Pero de bombardeo maquinero, nada de nada. La inteligencia artificial con autoconsciencia aún puede esperar.
Regreso al futuro 2
De acuerdo. Aún no estamos en 2015, que es uno de los espacios del futuro que visitan Marty McFly y Emmet «Doc» Brown. Pero a pesar de que nos separan sólo tres años de ese momento, hay que reconocer que mucha prisa nos vamos a tener que dar para que entonces veamos coches voladores surcando unas autopistas aéreas o que la chavalería se desplace por la ciudad a lomos de un aeropatín, como en la famosa escena en la que Michael J. Fox vive un particular deja ví¹ en la plaza del Ayuntamiento del futurista Hill Valley tratando de evitar que su hijo se meta en problemas por culpa de la banda de Griff Tannen.
http://www.youtube.com/watch?v=YB978tnpI18
En cualquier caso, siempre nos quedará la opción de hacernos con las zapatillas con robo-cordones que la firma norteamericana Nike lanzó el año pasado en edición limitada a través de una subasta con fines benéficos. De lo que aún no tenemos noticias es de esas pizzas del tamaño de una galleta que se convierten en jugosas cenas tras pasar unos segundos en el microondas.
El hombre bicentenario
De nuevo, nos encontramos con un préstamo del mundo literario por parte del celuloide. Isaac Asimov escribió una serie de cuentos en los que un robot acaba por adaptarse al mundo de los hombres hasta acabar siendo, paso a paso, un ser humano con todas las de la ley. En 2005, la familia Martin recibe un nuevo inquilino, el humanoide Andrew, un tipo de robot de la serie NDR pensado para tareas domésticas.
Hoy en día, este tipo de avances no pasan de los dispositivos de limpieza al estilo del NaviBot de Samsung, y difícilmente veríamos a uno de estos aparatos reclamando su parcelita de sentimientos o su integración en la sociedad. Aunque con estas cosas ya se sabe: todo acaba dependiendo del firmware.
2013: Rescate en Los íngeles
No podía faltar en este glosario el gamberro abuelete del terror y la ciencia-ficción cinematográfica, John Carpenter, que con esta secuela dedicada a su antihéroe, Snake Plissken, se adentra en el año 2013. Una vez más, no hemos llegado a ese marco cronológico, y aunque algunas de las notas contextuales de este oscuro futuro proyectado en 1997 tienen un siniestro parecido con el mundo actual ”“matrimonios supervisados por el Estado, restricciones en libertades civiles y algunas extravagantes normas contra el ciudadano”“, realmente no atinaron demasiado en lo que a concepciones tecnológicas se trataba.
Es el ejemplo del cacharrito que, si bien se aproxima bastante a los modernos smartphones ”“salvando a las distancias, incluso usando una pequeña memoria extraíble”“, presenta funciones que se escapan a lo que hoy día entenderíamos como habitual. Es el caso del proyector holográfico que muchos desearon ver en el iPhone 5 ”“que luego se estrenó como iPhone 4S”“, que permitía lanzar una pantalla sobre el espacio al modo que conocemos por los picoproyectores sobre superficies verticales. Carpenter se adelantó con esta visión que, sin embargo, hoy día en un sentido puramente técnico ha cruzado la barrera de la ficción para quedarse del lado de la ciencia. No es, sin embargo, algo tan cañero como la «HoloCam», un cacharrito que permite proyectar holográficamente una imagen de un sujeto real en un radio de hasta 700 metros. La única conexión real de este terminal con el mundo actual es que su batería dura unos ocho minutos. Lo que no sabemos es si es en modo 3G o con los datos desactivados.
INTERESANTE Y BASTANTE CIERTO.. AUNQUE TAMBIÉN BASTANTE FRUSTRANTE CON RESPETO A LA PREDICCIÓN DE REGRESO AL FUTURO 😉