El mercado de los televisores está viviendo una lucha feroz, pero por el momento los coreanos se están llevando la palma, en especial Samsung. Lo hace con una carrera por ofrecer la mejor tecnología en sus pantallas. Lo último han sido televisores delgados e inteligentes con tecnología 3D y conexión a Internet, pero no basta. Así que están preparando para finales de este año el primer televisor sin marco, algo que podría no costarles demasiado, ya que el Samsung D8000 ha conseguido reducirlo a tan sólo 8 mm. Así, apenas habría diferencias entre nuestros televisores y una pantalla proyección.
Toda la superficie seria imagen. Y no basta con eliminar el marco de la ecuación. También pretenden que esa pantalla sea la más delgada del mercado. Por el momento, han establecido una nueva marca con los apenas 4 mm de grosor de su último televisor OLED recién presentado en el CES. Una buena aproximación podría ser la pantalla de 75 pulgadas que ya se vende en Corea, la D9500 está batiendo récords en todos los campos.
Es probable que tengan que acudir a ciertas estrategias de diseño para lograr estos dos objetivos. Los expertos en televisores reconocen que empieza a ser muy complicado hacer televisores más delgados, si no se saca parte de la electrónica fuera de la carcasa. Es muy posible que el sintonizador, y la conectividad tengan que salir fuera de la pantalla para situarse en una pequeña caja aparte. Esta caja podría esconderse en cualquier lado y garantizaría la delgadez pero podría un aparato más en el mueble multimedia.
Con respecto a las prestaciones, fuentes internas del fabricante han asegurado a diversos medios que, como nueva joya de la corona, este televisor incorporaría imagen 3D y panel Full HD, y conectividad muy completa. Todo apunta a que capaz de conectarse a la red local, y que mejorrará algunas de las prestaciones de conexión a Internet que la coreana integra ahora sus televisores, lo que no es difícil. Una mera cuestión de instalar nuevos apps. El problema de esta pantalla va a ser el sonido. Estamos ansiosos por averiguar dónde van a meter los altavoces.