Cualquiera se arriesga en estos momentos a sacar un producto de audio o de video que no sea compatible con cualquiera de las máquinas de Apple. Sería una especie de suicidio, renunciar a un mercado potencial enorme. Por eso, Pioneer ha tenido que incorporar la compatibilidad AirPlay en sus nuevos modelos de reproductores de la familia Elite. Son equipos creados para gente exigente con el sonido aunque los precios realmente no son excesivos. Como concesión a las nuevas generaciones, tiene una pantalla LCD en color en el frontal que muestra las carátulas y los títulos de las canciones.
El primero de ellos es el Pioneer N-50. No sorprende demasiado que incorpore características propias de equipos para audiófilo como puede ser una construcción muy sólida con el frontal de aluminio rígido prácticamente inmune a las interferencias y las vibraciones. También tiene un reloj maestro de alta precisión y fuente de alimentación doble y separada. El equipo dispone de dos puertos USB, uno situado en el frontal y otro en el trasero, desde los que puede reproducir todo tipo de archivos de sonido. Para ello emplea convertidores capaces de trabajar con música hasta 192kHz/ 24 bits. De hecho incorpora ciertos algoritmos que restauran en parte la calidad sonido perdida al comprimir a MP3.
Además de la compatibilidad con AirPlay, es compatible con DLNA, lo que significa que puede reproducir archivos desde cualquier disco duro u ordenador conectado a la red doméstica, aunque por cable. Quien quiera la opción inalámbrica tendrá que pagar dinero extra por el adaptador Pioneer AS-WL300. En el puerto USB delantero se pueden conectar equipos iPod, iPhone o iPad, pero también otros reproductores y llaves de memoria. Tiene una función que nivela el volumen entre canciones para que todas suenen con la misma fuerza y se puede manejar desde teléfonos y reproductores de Apple como si fueron mandos a distancia.
Puede reproducir emisoras de Internet. La conectividad se completa con entrada y salida óptica digital, entrada y salida digital coaxial, un puerto de red, y una salida analógica estéreo. Es compatible con MP3, AAC y WMA hasta 320 kbps, FLAC, WMV y LPCM. Su precio es de unos 600 euros. El otro reproductor es el Pioneer N-30. En cuanto a prestaciones es casi igual al N-50, pero su calidad de sonido es menor. No tiene trasformadores gemelos ni para el frontal rígido, y sólo dispone de un puerto USB en el frontal aunque se puede convertir en inalámbrico. Está disponible a partir de unos 400 euros.