La mayoría de los ladrones y tironeros no son precisamente premios Nobel. Los programas de vídeos humorísticos de la tele están plagados de ejemplos de individuos que graban sus delitos y los cuelgan en las redes. También es posible rastrear las fotos en Internet de aquellas cámaras que han sido robadas, tanto si están en manos del ladrón como si éste ya se la ha vendido a un tercero. Claro que es preciso contratar un servicio específico. El precio no es demasiado caro, sale por apenas unos ocho euros al cambio. El servicio se llama CameraTrace.
Se trata de un buscador especializado que escarba en la información adjunta en cada fotografía, para descubrir la que corresponde al número de serie de la cámara. Ni siquiera los ladrones más avezados tienen en cuenta este pequeño detalle cuando hacen fotografías con equipos robados, y la gente que compra cámaras de segunda mano a muy bajo precio sabiendo o no que tienen un origen dudoso, tampoco se encarga de limpiar esta información en las fotografías. CameraTrace rastrea los sitios de alojamiento de fotografía más populares y las redes sociales a la caza de aquellas que contengan los números de serie de las cámaras cuyos propietarios han pagado el servicio y han emitido una alerta.
Su actividad a través de Internet les ha permitido colaborar activamente con la policía de diversos países, a quienes ofrecen asistencia e información suficiente para poder localizar los objetos robados. Este servicio tiene además una segunda vertiente aún más interesante. No todos los equipos fotográficos que desaparecen han sido sustraídos. En algunos casos es del propio fotógrafo quien deja la cámara en la mesa de un café, o incluso en el asiento de un taxi y simplemente la olvida. CameraTrace que proporciona una pegatina especial, hecha en papel metálico, donde figura la página web y un código de acceso que protege la identidad y los datos del usuario a la vez que permite que quien encuentre la cámara, pueda localizarlo.
Los ciudadanos conscientes que pretendan devolver una cámara extraviada, podrán hacerlo de forma mucho más sencilla y sin molestias. Y hay un tercer servicio asociado, que es el rastreo de imágenes en Internet. Hay usuarios que colocan sus fotos en la red pero no quieren que terceras personas las utilicen. El servicio de rastreo permite averiguar qué fotografías tomadas con la cámara del propietario están siendo empleadas en otras páginas web sin su permiso. Se puede hacer la comprobación de un simple vistazo y sin perder el tiempo con largas búsquedas. Puedes contratar el servicio aquí.