Muchos enamorados de la perfección técnica de las cámaras Leica se han sentido extrañados ante el lanzamiento de la V-Lux 3, una cámara de esas que llaman “bridge”, una compacta parecida a una réflex pero sin el intercambio de objetivos, que tiene un objetivo supercapaz, con 24 aumentos, y que abarca desde los 25 hasta los 600 mm. Es una óptica de la casa, un diseño DC Vario-Elmarit de indudable calidad y con muy buenas prestaciones. Hasta ahí todo bien. El desconcierto empieza cuando le echamos un vistazo a la Panasonic Lumix FZ-150.
Si colocamos una cámara al lado de la otra, la única diferencia entre ambas es el punto rojo característico de Leica. Han usado como base la cámara de Panasonic, y le han instalado un firmware propio, pero por lo demás, la tabla de características de una y otra cámara son prácticamente idénticas. Eso sí, el precio también es diferente. Mientras que la versión de Panasonic está disponible en muchas tiendas de Internet a partir de unos 375 euros, la Leica costará algo más de 800 euros. En su favor hay que decir que una vez registres la cámara en la página de Leica, te podrás descargar gratis los programas Adobe Photoshop Elements y Adobe Premiere Elements, que ahora mismo cuestan algo más de 83 euros cada uno en la página de Adobe.
La cámara es capaz. La crítica especializada lleva meses diciendo que la Panasonic Lumix FZ-150 es probablemente la mejor cámara “bridge” del mercado, con lo que la Leica ha heredado todas sus virtudes. Tiene un sensor CMOS de 12,1 megapíxeles, apoyado en un excelente procesador de imagen. Dispone de un visor electrónico y de un monitor posterior orientable de tres pulgadas. Es un diseño creado pensando en un público activo, que necesita una cámara que no pese demasiado, para llevarla en sus desplazamientos. Cumple. Pesa algo más de medio kilo, que es poco para una óptica como la que tiene.
Se comporta bien con todo tipo de fotografías, desde los paisajes a los retratos, pero también en deportes ya que puede disparar ráfagas de hasta 12 disparos por segundo cuando se emplea la resolución máxima. Con calidad reducida puede disparar hasta 60 fotos en un segundo. Y además es un equipo muy solvente a la hora de grabar vídeo Full HD a 1920 x 1080. Graba 60 cuadros por segundo con sonido estéreo bastante limpio gracias a la presencia de un filtro que elimina la molestia del viento. El objetivo tiene un sistema de estabilización de imagen muy eficaz, y se puede utilizar el zoom durante la grabación de vídeo. Tiene enfoque automático en 23 zonas, y cuando se activa el macro se acerca hasta 30 cm en modo normal, o 1 cm si se utiliza el angular.
