Spotify ahora es amigo de Facebook. La semana pasada te contábamos cómo funciona la integración entre el popular cliente de música streaming y la red social más importante de Internet. Pero en ese momento no te explicamos que Spotify adhería novedades a su política de uso a causa de su reciente idilio con el portal creado por Mark Zuckerberg.
En líneas generales, dos son los puntos que han cambiado en Spotify. Para empezar, desaparecen las cuentas Open (antes Free). Según asegura la empresa en su web, «Spotify Open dejará de existir; todos los que escuchen Spotify gratis, simplemente tendrán una cuenta de Spotify». Pero, ¿en qué medida afecta esto a los usuarios?
Al igual que cuando se revisaron las condiciones de uso el pasado mes de abril, Spotify incluye nuevas normas que pueden tener carácter retroactivo para usuarios que ya tuviesen cuenta en este servicio. A partir de este momento, Spotify no tendrá limitaciones de uso durante seis meses. Es decir, que no estaremos supeditados a diez horas de música y un máximo de cinco reproducciones por pista, siempre y cuando seamos usuarios de nuevo registro.
Quienes lleven menos de seis meses con cuenta de Spotify, notarán que también se le brinda la opción de disfrutar del servicio sin limitaciones (hasta que cumplan seis meses desde la creación de su usuario). Y quienes lleven más de ese semestre, se quedarán como están. Es decir: estarán limitados por las condiciones que se revisaron el pasado mes de abril.
¿Dónde está el truco? La respuesta es simple: en Facebook. En el momento en que vinculaste ambas cuentas (algo que empezó a suceder el pasado viernes) eliminaste cualquier posibilidad de hacerle el regate a Spotify. Seguramente, habrás pensado que para driblar la nueva política de uso del servicio de música online basta con crear una nueva cuenta cada seis meses. Error.
Decimos esto porque para acceder a Spotify hay que contar con una cuenta de Facebook. Ya no vale que nos creemos un usuario exclusivo de Spotify, como sucedía hasta ahora: el acceso se hace mediante el login de Facebook. De ahí el truco de la vinculación de cuentas del pasado viernes: en el momento en que se vincularon, tu usuario de Spotify se identificó con tu perfil de Facebook, de modo que para poder disfrutar de la ausencia de limitaciones durante seis meses tendrías que recurrir al engorro de crear una nueva cuenta de Facebook. Y por supuesto, si quieres ser usuario de Spotify pero no cuentas con un perfil en Facebook, tendrás que darte de alta en la red social. ¿Quién dijo que se daban duros a cuatro pesetas?
Es una verdadera lastima, yo estaba encantado con Spotify pero no puedo andar a pagar mas cuotas 🙁
Hay que saber leer entre lineas y empezar a dejar de ser corderitos del Sr. Rebaño Don Sistema. No sólo está la parte de «pagar más», amén de la posible disposición libre de nuestros datos… Si yo soy un usuario que «paga» por un producto y un día el «vendedor» cambia las «normas» unilateralmente y SECUESTRA la voluntad de sus ya «clientes» ( o haces lo que yo te digo y permites hacer mi voluntad o no hay nada de lo que ya has pagado..).
Todas estos «personajes» que realizan esta cada vez más usual «práctica» deberían estar respondiendo penal y civilmente de estas «encubiertas» inducciones…
Lo malo es eso … No existe legislación al respecto ( sobre todo ante quién responderían…) y sobre todo, a nosotros ya nos parece de «lo más normal». Esto es hemos asimilado prácticas con fronteras muy difusas con lo delictivo como algo propio de nuestro sistema y totalmente asumido… En fin.