Cuando los habitantes de periféricos de ordenador quieren distinguirse de la competencia, inventan una nueva tecnología, o se gastan un buen dinero en diseño. Los de NGS han decidido jugar esta segunda carta, y han contratado los servicios del estudio Pininfarina Extra. El resultado es el NGS Razza, un ratón que respeta las formas y los volúmenes tradicionales, pero introduce ciertos toques que lo convierten en una pieza única.
Está acabado en un lujoso color negro semimate con un suave brillo ceroso, y dispone de un filete metálico que lo recorre a lo largo formando una grácil curva en S invertida. El tacto es cómodo y el diseño ergonómico. Se maneja con facilidad, sobre todo porque no tiene cable. Se trata de un modelo inalámbrico que se engancha al ordenador mediante un diminuto receptor. Ofrece total libertad al usuario hasta una distancia de unos 10 m del ordenador.
Una de las grandes diferencias reside en la rueda de control, metálica plateada, acabada en aluminio, y con un tacto rugoso industrial como una pieza de equipo, una tuerca, o algo similar. Pudiera parecer por el acabado que es incómoda, pero todo lo contrario, lo que aporta es precisión en el manejo de la rueda. En definitiva, una combinación de materiales no sólo elegante, sino que además es muy acertada.
Este ratón láser tiene una resolución de 800 puntos por pulgada y su movimiento es grácil y flexible en todas las direcciones. Permite hacer movimientos lo suficientemente precisos como para usarlo para videojuegos o para editar fotografías. Y no se acaba todo aquí. Una vez usado, se puede guardar en una bonita funda de terciopelo acolchada que lo protege de golpes y del desgaste. Y todo ello por 35 euros.
