La pantalla de los ordenadores portátiles es más pequeña que la de los ordenadores de sobremesa, pero la calidad de imagen es ya muy parecida, y el rendimiento también. Con este ordenador portátil, la coreana Samsung acaba de hacer que jugar en un portátil sea todo ventajas. La mayor de ellas, que puedes practicar con tus videojuegos favoritos en cualquier sitio.
El Samsung 700G7A de la Serie 7 es un equipo que tiene una pantalla de 17.3 pulgadas. Ofrece una resolución de 1920 í— 1080 píxeles, y recibe la señal desde una tarjeta Radeon HD 6970 que tiene 2 GB de memoria GDDR5 de última generación. El procesador es un Intel Core i7 de 2 GHz Quad-Core. Una auténtica bestia que mueve los juegos a velocidades de vértigo, y muestra películas como en el cine. Para ello tiene un reproductor de Blu-Ray.
Una de sus mayores virtudes es la capacidad de mostrar hasta un 85% más de iluminación en la pantalla que otros portátiles del mercado. Por si eso no bastara, está dotado de 16 Gb de memoria RAM repartidos entre sus 4 slots. Con semejante diagonal de pantalla, el hueco que queda debajo es grande, y suficiente para poner un teclado completo con las teclas diseñadas para facilitar el juego. Esto significa aumentar ligeramente la distancia entre ellas.
Además, el teclado está iluminado en suave azul, excepto las teclas WASD que lo están en rojo intenso. El touchpad multigesto también permite un elevado grado de control. El resto de la máquina es igual de impresionante. Tiene conectividad Bluetooth 3.0, una webcam de alta definición, salida de vídeo alta calidad a través de un puerto HDMI, y puertos USB 3.0 y 2.0. Además dispone de salida VGA, y una ranura de lectura multitarjeta.