Con las pantallas de la serie PH30, Panasonic intenta romper esa leyenda negra que dice que los equipos de plasma tienen un consumo excesivo. Nos enfrentamos a modelos cuya ingeniería ha sido diseñada para minimizar el consumo eléctrico con respecto a modelos anteriores. Valga como ejemplo la pantalla de 42 pulgadas, que gasta un 35% menos de energía que su equivalente en la serie anterior, la serie 20. El consumo se ha reducido desde 275 W hasta 175.
En esta familia hay dos modelos, uno de 42 pulgadas y otro de 50. Los vamos a encontrar bajo los nombres de TH-42PH30E y TH-50PH30E. Son equipos bien construidos, resistentes, y con un panel de imagen FullHD. Por eso son adecuados para su uso en aplicaciones exteriores, pero también en el salón de casa, donde van a destacar por una relación de contraste de 2.000.000:1. Esto se traduce en negros muy profundos, contraste muy detallado y colores brillantes.
Ambos modelos tienen un ángulo de visualización amplio. Todos los presentes en el salón doméstico podrán ver sus películas favoritas o los partidos de fútbol sin problemas. Además, tienen 2 altavoces estéreo de 8 W, que resultan más que suficientes para todo tipo de aplicaciones televisivas. Quien necesite sonido envolvente tendrá que hacerse con un amplificador y altavoces.
Quizá el aspecto más discutible de estos equipos sea la conectividad. Es variada, pero no muy numerosa. Sólo se puede conectar por ejemplo un equipo HDMI. Muchos posibles compraqdores tendrán que hacerse con un buen amplificador de cine doméstico. Se nota el intento de fabricante por casar el mundo profesional con el doméstico, y sacar a la calle un plasma a precio reducido. Y eso sí lo ha conseguido. El modelo de 42 pulgadas cuesta 650 euros, mientras que el de 50 sale por 870 euros.
