Pues sí. Nuestro país, a pesar de todos los supuestos esfuerzos que ha realizado el gobierno por mejorar nuestra posición en el panorama tecnológico, no solo no ha mejorado, sino que ha perdido dos puestos en el ránking de convergencia tecnológica de Europa, según un estudio de la fundación Orange. España se sitúa ahora en la posición diecisiete, y mucho nos tememos que esta situación no va a cambiar en un corto plazo.
Una de las pocas noticias buenas (si es que se puede llegar a considerar buena, que yo lo dudo), es que Europa ha decidido bajar sus pretensiones de crecimiento durante los próximos cinco años y eso podría llegar a permitir a España cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea. Claro que para ello es necesario cambiar la tendencia actual y elaborar un programa serio y concienzudo, que pueda sacar al país del atraso en el que vive.
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