Es raro el conductor que no lleva un teléfono móvil encima cuando viaja en coche. A menudo, el smartphone con GPS sustituye a los navegadores GPS dedicados. Excepto en unos pocos automóviles de alta gama, la integración del smartphone con el sistema de información del vehículo aún no es factible. El uso del teléfono móvil durante la conducción está muy limitado, por ser una fuente de distracción.
Precisamente la seguridad al volante es el principal escollo para el uso del smartphone como centro de información y ocio a bordo del automóvil. Los fabricantes de vehículos todavía no han creado un estándar. No existe una plataforma de “info-ocio” que facilite una sencilla integración entre automóviles y dispositivos móviles, que además sea segura. Sin embargo, los conductores norteamericanos son los más proclives a utilizar aplicaciones en sus smartphones.
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