Más de 40 millones de páginas va a digitalizar la Biblioteca Británica en colaboración con el gigante Google. Se trata de libros que hace décadas, si no siglos, que no se reimprimen, escritos entre el año 1700 y 1870, un período que abarca desde la Revolución Francesa hasta el final de la esclavitud. Prácticamente un cuarto de millón de libros no sometidos a la tiranía del copyright, que pertenecen al dominio público y que ha sido extraídos de las colecciones de la biblioteca.
Esta es una manera ideal de poner estas obras a disposición de todo el mundo antes de que acaben de apoyarse en las estanterías de de la institución pese a los esfuerzos conservadores de la misma. El contenido se pondrá gratuitamente a disposición de los lectores a través de la página británica de Google Books y la de la Biblioteca Británica. Por cierto, los gastos de la aventura corren a cargo de Google.
Durante el transcurso del proyecto se van a digitalizar una enorme cantidad de libros impresos, de panfletos, y de publicaciones periódicas. Es una época histórica apasionante ya que aparte de la Revolución Francesa incluye la Revolución Industrial, la Batalla de Trafalgar, o la Guerra de Crimea. También cubrirán acontecimientos tales como la invención del ferrocarril o del telégrafo, o el fin de la esclavitud. Y no sólo va a ser material en lengua inglesa. Habrá libros en los idiomas europeos más importantes. Se digitalizarán sobre todo libros que no están ya disponibles al público de forma gratuita.
Los primeros trabajos en pasar por la máquina de digitalizar son diversos panfletos feministas acerca de la reina María Antonieta, del año 1791, pero también otros que hablan de la invención del primer submarino con motor de combustión del año 1858. Tras la digitalización, los libros estarán disponibles para realizar búsquedas de textos, para descargarlos o leerlos y se mantendrán para siempre en los archivos de la biblioteca. Los investigadores y los estudiantes van a poder a partir de ahora consultar fondos históricos sin necesidad de desplazarse a Londres.