El escándalo que está saliendo a la luz en los últimos días con relación a ciertas producciones cinematográficas tendría que hacer rodar cabezas. Quien ha dado a alarma ha sido el productor Xavier Catafal, quien, en una entrevista para el diario El Mundo, acusa a la productora ABS Production-Barcelona, y al productor Salomon Shang de inflar las cifras de recaudación de algunas de sus películas para cobrar de forma ilegal mayores subvenciones. De igual manera acusa al Instituto de Cine (ICAA) del Ministerio de Cultura de hacer la vista gorda y pagar dichas subvenciones sin investigar ni rechistar.
¿A alguien le suenan grandes éxitos como “Asesino a sueldo”, “Cineclub” o “Notes al peu”? Son películas, presuntamente grandes éxitos de taquilla, que habrían recibido respectivamente ayudas de 785,000, 231,000, y 156,000 euros. La lista de películas asciende a 27 títulos desconocidos y posiblemente infumables que también han recibido sustanciosas subvenciones bajo el pretexto de que fueron estruendosos éxitos de taquilla. Si así fue, «cómo es que a nadie le suenan ninguna de estas superpelículas? Vaya, que ni siquiera están en el P2P.
La lista de películas que podrían haber cobrado de forma fraudulenta ayudas es interminable, y los del Instituto del Cine están a por uvas. No es la primera vez que estalla un escándalo similar. Antes de las denuncias del productor Catafal, fue el director Hernan Migoya quien decidió tirar de la manta. Su película «Soy un pelele” se estrenó en 2009 en apenas siete salas, sin invitar a la prensa, con carteles chapuceros, y con una versión doblada al catalán que se presenta como si fuera original. ¿Por qué?
Simplemente para intentar sacarle las perras a las Generalitat de Catalunya y recuperar la inversión mediante ayudas del Estado, con los derechos de emisión de televisión, y con las subvenciones lingí¼ísticas. Lo más interesante de todo este asunto, es que tras la denuncia de Mingoya, el propio ílex de la Iglesia, presidente de la academia del cine cuando se produjo el fraude, le envió un correo en el que le afeaba que hubiera hecho pública la denuncia. Ignassi Guardans, por entonces presidente del Instituto del Cine, en lugar de investigar la denuncia cómo sería su obligación, le riñó por las formas, aunque eso sí, dijo que incluiría a los productores en una lista negra. Pese a todo, les dieron casi medio millón de euros de subvención. Menudo castigo.
Mientras siga habiendo subvenciones seguiremos siendo un país de pandereta.
Que compita todo el mundo en igualdad de condiciones, y si no pueden, pues al paro
o a recoger productos del campo doblando el espinazo, que reduce tripa, sobre todo
las de mariscadas y otras delicatessen a las que esta pandilla de chupópteros es
tan afecta.
Pero a quién le gusta el cine español¿?
El cine sin subvencion del instituto de Cine o del estado, en TODOS los paises, menos en USA, NO EXISTE… Estados Unidos es el unico pais sin un instituo de Cine que subvencione las producciones… asi que las subvenciones no se pueden eliminar, de esa manera se producen los films, de esa manera se produce cultura. En algunos casos malos films, y en otros casos buenos films, como en cualquier país.
Vamos, que España tiene muy buenos films en los ultimos años, y han hecho muy buen negocio con co producciones, sobre todo con Argentina.
Un Saludo!
Tienes que seguir estudiando más…sólo progresas adecuadamente
en españa hay cine la verdad que es la primera noticia que tengo la verdad que es lamentable lo que hace esta gentuza