Intel sorprendió a propios y extraños con su compra de MCAfee, la empresa estadounidense de seguridad el pasado verano. Pese a no ser de las mejores (en mi opinión, las soluciones de McAfee consumen demasiados recursos del sistema) existía el temor de que la mano de Intel podría colocarlas en sus chips y elaborar tecnologías que dejaran fuera a otros competidores dentro del mundo de los antivirus.
Es por eso que la Comisión Europea se aventuraba un duro escollo para que el acuerdo saliera adelante. Sin embargo, parece que Intel ha sabido manejar el problema y ha convencido a los responsables de la Comisión de que no violará ninguno de los principios de la competencia. Para ello, ha debido asegurar que mantendrá una serie de condiciones que aseguran que no se produzca un monopolio.
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