Los fabricantes de gafas se han encontrado una cierta resistencia a la hora de vender sus primeros modelos para emplear en los cines 3D. Bien es cierto que son más elegantes y bonitas, pero no todo mundo está dispuesto a gastarse más de 100 euros en un par de gafas que va a utilizar un par de domingos al año. El fabricante norteamericano Marchon3D ha tenido una idea brillante, vender gafas de sol polarizadas, que se pueden utilizar en el cine.
En realidad no se pueden utilizar en todas las salas del mundo, sólo en aquellas que son compatibles Real3D, que representan aproximadamente el 85% de todos los cines 3D del mundo. Por de pronto ha licenciado sus cristales especiales para que aparezcan en la próxima colección de Calvin Klein y de Nautica, lo que asegura una rápida difusión, y que pronto se convertirán en un complemento juvenil.
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