En los años 80, todos los adolescentes querían ser Marty McFly. Tenía unas zapatillas chulísimas, un chaleco a la última moda, un colega científico que se encargaba de la palabrería técnica, y podía conducir el coche por excelencia, un DeLorean DMC-12. El coche de Regreso al Futuro se ha convertido en un referente, un icono que ha puesto los dientes largos a generaciones enteras.
Ahora es posible tener una réplica del coche en el escritorio de casa. Lo vende Flash Rods y es cierto que el precio es un poco elevado, cuesta 250 dólares, pero no le falta detalle. Tiene las famosas puertas en forma de ala de gaviota que se levantan, y un capó practicable. En el resto de los detalles es igual al coche de la tercera entrega de la saga. ¡Ah! ¿Os habíamos dicho ya que guarda en su interior un disco duro de 500 GB con puerto USB? Pues eso.
Leer todo sobre el coche de Regreso al Futuro tiene dentro un disco duro
menuda chorrada para eso meto yo un disco duro en un coche y listo