iPhone 4, el Congreso gastará 90.000 euros en equipar a los diputados con un iPhone 4

Dice un refrán popular que “Éramos pocos y parió la abuela”. Dice otro refrán popular que “Dios le da pan al que no tiene dientes”. Cualquiera de los dos (y unos cuantos más que no vamos a mencionar) se aplican a la decisión tomada estos dí­as por el Congreso de los Diputados de gastarse 90.000 euros en comprar un flamante iPhone 4 a cada uno de los representantes de la cámara.

Responsables de gestión del Congreso han entrado en conversaciones con Movistar para renovar el parque de terminales oficiales de sus 250 representantes en septiembre. Esta iniciativa comenzó en 2006, fecha en la que el Congreso dotó a sus representantes de una PDA Qtek para ayudarles a desarrollar su actividad como Diputados. Este dispositivo fué reemplazado en 2008 por una PDA HTC cuyo modelo no ha trascendido y que es la que actualmente porta cada representante de la cámara baja.

Cumpliendo el plan de renovación bianual, el Congreso invertirá unos 250 euros por cada diputado para dotarles de un iPhone 4. Y no es que la elección sea mala (todo lo contrario), es que no se entiende en absoluto como nuestros representantes polí­ticos tienen las santas gónadas de elegir uno de los teléfonos más lujosos y caros del mercado en el mismo momento en que piden a todos los ciudadanos que se aprieten el cinturón para hacer frente a la crisis. ¿No podí­a haberse demorado el plan renove un año más?

Tampoco se entiende demasiado que el Congreso elija uno de los terminales con arquitectura más cerrada y que exige más conocimientos a su portador para sacarle todo su potencial. Sobre todo cuando nuestros eburneos representantes han demostrado tener un conocimiento de las nuevas tecnologí­as y de internet parejo al de la mosca de la fruta. Conocimientos de los que ya han hecho gala en numerosas ocasiones con textos como la tristemente famosa Ley de Economí­a Sostenible.

El tema de los iPhone 4 es parejo a otros casos de pésima gestión polí­tica dentro y fuera de nuestras fronteras. Hace apenas un mes, el Parlamento Europeo comentó la posibilidad de dotar de un iPad a sus 736 representantes. Parece que la crisis y el apretarse el cinturón no se aplica por igual a todos.