Desde el pasado mes de enero, Google ha cambiado de sistema operativo. Así lo han indicado algunos empleados, que sólo pueden utilizar Mac o PC con Linux, el sistema operativo libre. Windows ha quedado relegado al olvido, según dice la organización, por seguridad. Los propios trabajadores coinciden en que el cambio radica en los problemas que Google tuvo con Microsoft y con el gobierno Chino, conflicto que desembocó en la salida del motor de búsqueda del país oriental.
Desde principios de año, los empleados de Google pueden seguir instalando Windows en sus ordenadores portátiles, pero tienen prohibida la instalación de este sistema operativo en los equipos de sobremesa. Aun así, también coinciden en que Google quiere ir aplicando sus propios productos al ritmo de trabajo diario. Esto incluiría el sistema operativo Chrome y todas las herramientas que también les permitirían trabajar en la nube o permanentemente conectados a la Red.
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