Cuanto más conocido es el fenómeno, más posibilidades hay de que llame la atención de los creadores de virus. En este caso le ha tocado el turno al iPad. No se trata de que haya un virus capaz de infectar el novedoso ordenador. Todavía está a salvo, pero no así sus propietarios, que pueden recibir un correo con instrucciones para mejorar las características del aparato.
Si se creen el mensaje y siguen adelante con las instrucciones de instalación, acaban colando en sus ordenadores de sobremesa un peligroso virus diseñado para robarles todo tipo de claves y contraseñas. Este troyano, detectado por BitDefender, abre además una puerta trasera por la que pueden colarse los nuevos delincuentes sin que el propietario del ordenador se dé cuenta.
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