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Hace muy pocos dí­as, la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Estudiantes (ADDE) denunciaba en los medios el pago de 206.000 euros, efectuado por la Universidad de Valladolid a la SGAE por derechos de autor. Y aunque en otras ocasiones, la entidad gestora no ha tenido problemas a la hora de reconocer situaciones más vergonzantes (véase el pago de una jubilación a Teddy Bautista de 24.500 euros mensuales), en esta ocasión ha lanzado un comunicado para defenderse de la denuncia que hicieron los estudiantes, indicando que el canon digital no repercute sobre los clientes finales, de manera que la Universidad de Valladolid no habrí­a pagado ni un euro por lo que se conoce como ‘Remuneración compensatoria por copia privada’.

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Para rebatir el comunicado, a la Asociación de Estudiantes le ha bastado con presentar los datos referenciados en los presupuestos oficiales de la Universidad de Valladolid. En ellos se especifica claramente que el organismo ha pagado más de 60.000 euros por la compra de ordenadores portátiles y unos 46.000 por los de sobremesa. A éstos precios hay que sumar el importe correspondiente al canon digital que también se grava sobre impresoras, fotocopiadoras, servidores, grabadores, pendrives, CD y DVD o discos duros externos, además de las que pertenecen a comunicaciones públicas: una tarifa que se aplica a cada representación teatral, audición o proyección cinematográfica gratuita que se realiza en las facultades. La suma de todos estos importes alcanza los 206.393 euros.

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La denuncia es simple. Y es que cualquier ciudadano de este paí­s que adquiera uno de estos dispositivos se verá obligado a pagar el canon digital, al igual que lo hace la Universidad de Valladolid. La legislación dice, por ejemplo, que por cada ordenador pagamos 15,40 € y entre 8 y 10 euros por las impresoras, inyección de tinta y láser, respectivamente. Sobre los discos duros externos caen 12 euros, al igual que por los servidores. 30 céntimos por cada pendrive y hasta 22 céntimos por los discos regrabables. Por los eventos musicales y culturales (gratuitos y de pago), la SGAE se lleva el 10% de la recaudación, mientras que por cada proyección cinematográfica cobra 14,37 €.

Ahora la Asociación por la Defensa de los Derechos de los Estudiantes (ADDE) ha abierto un debate público, a la par que ha iniciado una campaña cuyo lema reza: ‘Ni un euro de tus tasas para la SGAE’. La iniciativa pretende plantar cara a la SGAE, instando a la Universidad de Valladolid a que tome medidas legales para solicitar la devolución de estos 206.393 euros pagados en concepto de ‘canon digital’ por una entidad académica cuyos principios y valores son los de enseñar y compartir la cultura.

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