Es el segundo establecimiento de la zona que ha sido multado por la SGAE. La entidad gestora ha denunciado al propietario del restaurante Josep’s de la localidad de Fondarella (Lleida), por dejar puesto el informativo durante tres horas diarias. Encender la televisión le ha costado a Josep Ruiz una sentencia que le obliga a pagar 800 euros, con sus correspondientes intereses, por negarse a firmar el contrato que habitualmente traen consigo los representantes de zona de la SGAE cuando visitan bares, restaurantes, peluquerías y cualquier otro establecimiento sospechoso de poner la tele o la radio.
En declaraciones exclusivas a Tuexperto.com, el propietario del bar ha indicado que se encuentra especialmente enfadado y agobiado por la situación, puesto que durante el juicio se sintió completamente desamparado. Tanto es así, que el juez falló a favor de la SGAE, condenando a Ruiz al pago de 800 euros en concepto de derechos de autor.
La historia comenzó tras varias visitas de los agentes de la SGAE al establecimiento para confirmar que en el restaurante Josep’s se encendía la tele todos los días para ver las noticias, entre la una y las cuatro de la tarde, justo cuando Ruiz sirve los menús diarios a sus clientes. Según la SGAE, el pago debe efectuarse porque tanto las sintonías de los informativos como los telediarios están sujetos a derechos de autor. Según explica el propietario de Josep’s, justo cuando terminan las noticias se cierra el televisor y no utiliza el aparato para obtener beneficio alguno.
Cierto es que el establecimiento se encuentra cerrado los sábados y los domingos, justo cuando tienen lugar los partidos de liga. Pues bien, Ruiz ha llegado a proponer la retirada del televisor para no pagar la multa ni la cuota que la SGAE le solicita por haber puesto las noticias durante cinco años seguidos. El resultado de la operación se cifra en 748 euros de cuotas a los que el juez sumará los intereses de demora, al igual que le ocurrió a su paisano de la cafetería Patet de Mollerussa. Hace apenas un mes tuvimos la oportunidad de hablar directamente con el propietario del establecimiento, cuya negativa a pagar las cuotas de la SGAE también le llevó a juicio con todas las de perder.
Foto de: stopthegears
A esto se le puede llamar democracia? y justicia?
No se supone que el telediario y los informativos ya pagaron los derechos de autor de las sintonías emitidas? Acá en Latinoamérica no son así de abusivos con los impuestos! No hay derecho!
esto no es nada ya mismo como en China,Cuba o Iran capado de paginas para que no se pueda acceder desde España
malditos chorizos de la sgae, su PUTA MADRE
soluciones yo e cojido todos los cd de victor manuel su esposa y demas socios que e sabido que lo eran me e ido al campo y e echo una oguera que a sido una maravilla y aconsejo solo comprar cedes que pongan que no son de las listas de los bandoleros del siglo 21 no compreis aesos rateros. yo antes escuchaba los programas de musica ahora si los escucho vomito, y luego ablan de la epoca de franco, ahora robam mas que antes.
Se me ocurre lo siguiente por si alguien, o alguna asociación de algo, puede y decide empezar a defenderse de estos atracadores de una manera efectiva :
Se trata de imitar al cobrador del frac. Así, pues, cuando uno de estos atracadores llegue a un local a recaudar el impuesto de atraco, entonces el dueño llama rapidamente a un sitio en el que ya esté preparado uno para cumplir la siguiente misión, y si lleva compañía que se haga notar mejor : consistiría en llegar al local vestido con un frac y al salir el inspector de la SGAE seguirle con un palo y un cartel que diga en las dos direcciones :
¡¡ CAMINAMOS JUSTO DETRAS DE UN SGAE !!
O bien, localizar estos inspectores y cuando alguno camine por la calle se pondrá detrás de ellos de la misma manera.
Si el SGAE está orgulloso de su trabajo
¿ de que podrá quejarse ?.
Y si lo aborrece pero lo hace porque le pagan,
¿ de que puede quejarse ?
Está claro que por un lado aumentará el paro debido a estos inspectores, pero por otro lado disminuirán en gran medida los parados al dejar trabajar y dejar de agobiar a todos los atracados.