2010_02_25_Buenafuente

Una vez más, la SGAE se cubre de gloria cuando intenta explicar cómo, cuando, en qué cantidad y, sobre todo, por qué debemos pagar el canon en concepto de copia privada. Recientemente, la redactora y humorista Ana Morgade, del programa de televisión de La Sexta, Buenafuente, hizo una llamada real a la SGAE con motivo de la rebelión de las peluquerí­as catalanas contra el pago a esta Sociedad de Gestión de Derechos de Autor que, recordemos, se supone que no tiene ánimo de Lucro.

La conversación entre Morgade y una técnico de la SGAE parte de una pregunta tan seria como cuánto debe pagar un pequeño negocio (una peluquerí­a, en este caso) por poner música de la radio en su local. Las explicaciones de la responsable de la entidad pronto comienzan a liarse hasta el punto de reconocer que “la explicación es muy larga y no es muy clara”.

La cosa comienza pintando mal cuando, desde la SGAE, aseguran que si un local público no tiene contrato con ellos “está fuera de la ley” aunque esté haciendo algo algo tan inocente como poner música en la radio para sus clientes. “Last FM, que es lo que yo pongo, ya les ha pagado. Entonces no entiendo por qué les tengo que pagar yo” comenta la pizpireta Ana Morgade. La técnico de la SGAE rehusa dar una explicación alegando la propia dificultad de la normativa.

Para colmo de cachondeo, desde la SGAE advierten que, aunque el dueño del negocio ponga las noticias, la música de los informativos también tiene derechos de autor, así­ que no hay manera de librarse del canon fatal. Ana Morgade recuerda a la SGAE que “los taxistas también tienen la radio puesta todo el dí­a” y la técnico se muestra de acuerdo en que “tendrí­amos que meternos con ellos también”.

La conversación telefónica, divertida de puro absurda, concluye en que un local de 50 metros cuadrados debe pagar 7,48 euros mensuales (IVA incluido) sólo por poner la radio. O sea, pagar por algo por lo que otros (la emisora) ya han pagado. El sketch del programa de Buenafuente es sólo una pruaba más del afán recaudatorio de una organización que, se supone, no tiene ánimo de lucro. “Con dos cojones” concluye Ana Morgade al finalizar la llamada. No podí­a haber hecho mejor resumen.

Ví­a: Buenafuente (La Sexta)

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