La nueva Ley de Internet, promovida recientemente por el Ministerio de Cultura, dará más trabajo a todos. Pero sobre todo a los jueces, que ya se han alarmado ante la posible carga de trabajo que supondrá revisar casos y dar el visto bueno o la negación al cierre de páginas web. Según la nueva metodología, aprobada este mismo enero en Consejo de Ministros, la Comisión de la Propiedad Intelectual será la encargada de enviar el caso a los jueces para que en un plazo máximo de cuatro días decidan si dicha Comisión es competente para solicitar el cierre de la página web. Y en caso positivo, dar el visto bueno al cierre cautelar.
Ha sido el mismo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el que ha indicado que esta nueva operativa podría suponer una «carga adicional de trabajo muy importante«, dado que después de haber denunciado la supuesta vulneración de los Derechos de Propiedad Intelectual a la Comisión (CPI), un juez de la Audiencia Nacional de lo Contencioso-administrativo tendrá que decidir en cuatro días si es posible que la Comisión solicite el cierre. O si por lo contrario, está vulnerando las libertades del propietario de la página web denunciada.
Y aunque el Consejo General del Poder Judicial se ha manifestado a favor de esta nueva política, solicita que se analice la posible carga administrativa que en unos meses podría tener sobre la mesa, a efectos de estudiar su viabilidad y la capacidad de asumir el trabajo a través de los juzgados competentes. De esta forma, los organismos competentes tendrían que estimar el número aproximado de denuncias para prever de alguna forma, el trabajo que a partir de ahora tendrán los entes judiciales. Y sabiendo como está el patio, estamos en condiciones de asegurar que no será poco.
Foto de: mindgutter y kk+
Hay personas en prisión que no serán juzgadas hasta dentro de varios meses.
Hay imputaciones graves que no son juzgadas hasta pasados varios años, perjudicando moral y económicamente tanto a los imputados como a los denunciantes.
Por favorecer a unos pocos se van a dilatar todavía más estas situaciones. Es inmoral que un grupo de artistas tenga tanto poder.