Lejos de aquello que esperábamos de niños, los astronautas no son seres privilegiados que se alimentan de cápsulas mágicas y beben líquidos fluorescentes. A juzgar por las intenciones de la Agencia Europea del Espacio, los hombres del cosmos siguen siendo tan cerveceros como los seres que pueblan la tierra (y los bares). Por eso el pasado miércoles, zarpó hacia la Estación Espacial Internacional una nave rusa llamada Soyuz TMA-16, cargando con un fardo de levadura. ¿La misión? Conseguir que los astronautas elaboren pan y cerveza en el espacio.
¿Será que no tienen suficientes misiones, sondas sueltas y reparaciones urgentes? No es que los astronautas estén desocupados. Es que la Agencia Europea del Espacio quiere investigar el crecimiento de la levadura en la microgravedad, a la vez que comprueba si es posible generar una proteína en semejantes condiciones. El resultado que se espera, aparte del pan, es una cerveza de muy baja graduación que sea incluso buena para la salud de los astronautas.
En la nave Soyuz TMA-16 que partió el miércoles hacia la Estación, viajó un astronauta ruso, un astronauta estadounidense y un turista espacial llamado Guy Laliberté, el millonario fundador del Circo del Sol. Aunque todavía no podrán invitarles a cerveza, se espera que los astronautas residentes empiecen a trabajar con la materia prima para conseguir tan venerado líquido, y quién sabe, si instalar la Beer Blaster en la tabla de operaciones de la nave.
Vía: 20 minutos