E-Move Charging, un sistema de recarga de dispositivos ví­a energí­a solar

Las energí­as renovables, o ecológicas, imponen poco a poco su aplastante lógica. O al menos eso están intentando en la ciudad italiana de Bolzano, en la que se están probando unas curiosas estaciones de recarga eléctrica llamadas E-Move Charging Station, que utilizan la energí­a solar como principal argumento de funcionamiento.

Estas estaciones disponen de un techo inclinado compuesto por ocho paneles fotovoltaicos encargados de captar la energí­a solar y transformarla en electricidad. Una ventaja más que evidente, en la que se unen eficacia energética y respeto al medio ambiente, ya que se utiliza una energí­a limpia como es la transmitida por el sol.

Pero al mismo tiempo, el concepto de esta novedosa estación de recarga eléctrica pretende ampliar su esfera de utilidades, más allá  del simple hecho de recargar las baterí­as de un coche eléctrico, como en principio podrí­a suponerse.

Los creadores de E-Move Charging Station han pensado en muchas más utilidades y necesidades de la vida moderna, que incluyen a los peatones como potenciales usuarios de este sistema. De esta forma, en sus conexiones de suministro eléctrico se ha dejado espacio a la posibilidad de recargar otro tipo de aparatos electrónicos, entre los que se encuentran teléfonos móviles o portátiles, mientras que sus propietarios esperan cómodamente sentados en los bancos integrados en su estructura.

De la misma forma, los propietarios de vehí­culos eléctricos pueden acceder con facilidad a la estructura de la estación, mediante la utilización de rampas habilitadas a tal efecto. Una pequeña estación de servicio, vamos.

Este invento, como todos, deberá pasar aún la necesaria y temida fase de pruebas (en la que se encuentra en estos momentos) que dirimirá su viabilidad económica a corto y medio plazo. Si las cuentas salen, la experiencia podrí­a extenderse a varios puntos estratégicos ubicados en esta ciudad italiana (donde se instalarí­a una de estas estaciones) o incluso a otras urbes del paí­s transalpino.

Ví­a: Ecoticias