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El año pasado se vendieron juegos por valor de 1.432 millones de euros, el 52% del mercado audiovisual. Sólo los juegos venden en España más que la industria cinematográfica (DVD) y musical (CDs y descargas legales) juntos. Nuestro paí­s es, de hecho, el cuarto en el que más videojuegos se venden y consumen de Europa y el sexto del mundo.  En España hay más de 10,4 millones de jugadores habituales (el 22% de la población) y la tendencia, por márgenes de edad, tiene toda la pinta de seguir creciendo en el futuro.

La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe) acaba de presentar su informe anual, en este caso correspondiente al 2008. En él, la asociación que representa en España a la práctica totalidad de las compañí­as desarrolladoras reclama más apoyos institucionales a la industria del videojuego y una ley especí­fica que regule este sector y ayude a combatir la piraterí­a. Y todo, a pesar de que se confirma como el tipo de ocio más potente, rentable y lucrativo. Por otra parte, desde la asociación nadie apunta a una bajada en los precios de los videojuegos. Algo que ya se ha demostrado como una buena terapia para evitar que los usuarios intercambien copias privadas entre sí­.

Con o sin piratas, el caso es que los videojuegos en España se venden muy bien. La crisis apenas ha tocado un sector que, si de 2006 a 2007 aumentó sus ventas cerca de un 50%, de 2007 a 2008 sólo ha bajado un 1,5%. Aunque también hay que decir que, de todos los paí­ses europeos, el mercado de videojuegos español fue el único que descendió.

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Pese a toda esta bonanza, España sigue estando en el furgón de cola en lo que a desarrollo de videojuegos propios se refiere. En marzo de este año, el Parlamento hizo realidad una vieja aspiración del sector al reconocer los videojuegos como “industria cultural”. En consonancia con ese reconocimiento, la aDeSe reclama, por una parte más ayudas a la industria española del videojuego y, por otra, una normativa propia que ayude a luchar contra la piraterí­a, especialmente la digital.

Según datos de la Federación Anti-Piraterí­a, en España se copian muchos juegos. Según la FAP, sólo en videojuegos, se alcanzaron los 28 millones de descargas ilegales en 2008, lo que se supone que ha provocado unas pérdidas de 180 millones de euros. Claro que la FAP no pone al lado lo que se ha facturado en España. Como decí­amos antes, la bonita cifra de 1.432 millones de euros.

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