A esos aficionados que necesitan una pantalla de reducidas dimensiones que colocar en la cocina, en el dormitorio o incluso en el baño, Samsung les propone el televisor LE22B650. Es un aparato interesante, de 22 pulgadas de diagonal, que dada su delgadez encaja bien en cualquier sitio, siempre y cuando se acote un pequeño espacio alrededor para facilitar la ventilación. Tiene una resolución de 1366 x 768 píxeles, y un brillo de 300 candelas por metro.
El aspecto de esta pantalla es realmente bonito, con un frontal hecho en una sola pieza de cristal diseñada mediante un nuevo sistema de inyección que proyecta vidrio de dos colores. Así el marco es un degradado entre negro y un rojizo, con esquinas redondeadas, muy efectivo. La conectividad es completa, aunque entre las digitales sólo tiene una HDMI. A un televisor tan pequeño no se le puede pedir más. Por otro lado tiene una entrada VGA, lo que le faculta como un monitor de lujo. Y no cuesta mucho más que el típico monitor. Sale por 380 euros.