En un concurso de respeto de los derechos humanos, China quedaría muy lejos de los primeros puestos. A pesar de la censura impuesta desde las autoridades gubernamentales, es conocido cómo las gastan en el gobierno de Pekín cuando se trata de acallar o «reformar» a sus ciudadanos. Sin embargo, todo tiene un límite. Por suerte. El Ministerio de Salud chino ha prohibido una, hasta ahora tristemente extendida, práctica para curar la adicción a Internet basada en administrar electroshocks (TEC).
No sabemos si ha sido por una cuestión de ahorrar energía, porque 400 millones de personas dependientes de la Red son muchas, pero lo importante es que se evitará el abuso de esta absurda terapia. De hecho, la acción del Ministerio estuvo motivada por las críticas que los medios de comunicación vertieron sobre un psiquiatra llamado Yang Yongxin. En su clínica de la ciudad de Linyi, al sur del país, sometió a más de 3.500 adolescentes a descargas eléctricas para curarlos de su supuesta adicción. El tratamiento, que costaba 5.500 yuanes, unos 570 euros al cambio, también incluía medicación a base de psicotrópicos. De cualquier modo, no está demostrada la eficacia de la terapia por TEC, y ni el doctor Yang ni sus compañeros estaban capacitados como psicoterapeutas.
La información revela también la gravedad que representa la adicción a Internet en China. El año pasado, el Gobierno la añadió a la lista de desórdenes clínicos, como el alcoholismo o la ludopatía. Según el Centro de Información chino de redes «online», 400 millones de personas la padecen. Un 15 % son aún adolescentes y pasan una media de 5,5 horas diarias frente al ordenador. Es el doble de tiempo que otros grupos situados en la misma franja de edad.
En cualquier caso, se ha llegado a la conclusión de que las descargas no son precisamente el mejor método para curar a los jóvenes de su adicción. Puestos a plantearse terapias medievales, tal vez fuera mejor electrificar directamente el teclado de los sufridos internautas chinos.
Vía: Yahoo! Tech
Seguro que es razonable? mira que un buen electroshock…
los chinos son adictos al trabajo y hacen más horas que un reloj, eso tiene cura??