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Una red social de citas y relaciones llamada Yourtango, ha colgado en su web un curioso ví­deo viral en el que ofrecen consejos básicos de etiqueta para sobrevivir en Facebook. El ví­deo está realizado como uno de aquellos hilarantes documentales educativos de los años 50, pero las ideas que aportan son buenas o, al menos, tienen algo de sentido común. Estas son, según Yourtango, los 10 consejos que pueden evitar que te odien en Facebook:

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1.-Deja de hacer tests estúpidos

No te engañes, a nadie le importa mucho qué personaje de Caballeros del Zodí­aco eres, a qué bebida te pareces más o qué perí­odo literario cuadra más con tu personalidad. Tampoco vas a encontrar rollito 2.0 por airear a los cuatro vientos digitales que el superhéroe que mejor te define es Lobezno. Rellenar docenas de tests puede ser divertido pero no dice mucho sobre tu seguridad en ti mismo. Si, pese a ello, los quieres rellenar, por el amor de Dios, no se los reenví­es a todos tus contactos.

2.-Cuidado con Twitter

Si sincronizas tu cuenta de Facebook con la de Twitter, asegúrate de no bombardear a tus contactos con una retahila de mensajes sin interés como “Estoy en el autobús”. Aunque, de nuevo, te sorprenda, eso no es tan fascinante como parece. Sobre todo si enví­as 20 diarios.

3.-No solicites amistad de un desconocido

Hay usuarios de Facebook que parecen empeñados en hacerse con miles de amigos sólo para poder presumir de populares. Si no vas por la calle abordando a desconocidos con la frase: “¡Hola! Quieres ser mi amiguito?” Tampoco lo hagas en Facebook. Resulta un poco violento.

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4.-Explí­cate (o mejor no)

Si, pese a todo, quieres ser amigo de un extraño, personaliza el mensaje explicando por qué solicitas su amistad. Eso sí­, ten en cuenta que si la razón no es lo suficientemente lógica quizá sea peor el remedio que la enfermedad (“Hola. Soy el chico ese que te tiró la copa el otro dí­a”¦” puede ser un comienzo maravilloso o desastroso)

5.-No invites a eventos por invitar

Te parecerá raro, pero la gente no suele desplazarse fuera de su ciudad salvo por casos muy extraordinarios. Una reunión de toda vuestra clase del Instituto puede ser extraordinario (y seguro que también aberrante). Una fiestuqui en la que vas a tocar la guitarra no lo es tanto (a menos que seas Paco de Lucí­a). Procura invitar a los eventos a la gente que sea de la misma ciudad o que sepas que puede desplazarse.

6.-Causas perdidas

Sea por desconocimiento o porque no le afectan, a la mayor parte de la gente le importan un pimiento la mayor parte de causas sociales. Aunque estés muy concienciado con una causa, no pienses que todos tus contactos la van a aceptar. Intenta seleccionar los que tú creas que pueden estar más interesados. Igualmente, no rechaces las causas de malos modos. A veces alguien que suscribe una causa contra el cáncer es porque conoce a alguien con esa enfermedad. Una frase como «Me ronca el nardo que tu tí­a Petunia tenga enfisema» no hace muchos amigos.

7.-Fotografí­as

Recuerda que mucha más gente de la que crees puede acceder a tu perfil y ver tus fotos. Tus amigos pueden encontrar muy divertida esa imagen en la que sales borracho hasta las trancas en la puerta de un bar pero quizá tu jefe no la encuentre tan graciosa, sobre todo si tienes un puesto de cara al público o tus clientes también están en Facebook. Si vas a colgar fotos de otros, podrí­a ser buena idea que les informes primero por si prefieren no salir. En cualquiera de los dos casos ¿Sabes que existe un botón para enderezarlas?

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8.-¿En qué estás pensando?

Los estados del Facebook se han convertido en una especie de Twitter para maní­aco-depresivos. Poner lo que estás haciendo está bién. Contar algo gracioso también, pero intenta evitar los mensajes crí­pticos y misteriosos del tipo: “Fulanito está al lí­mite”; “Fulanito está rehaciendo su vida” o “Fulanito desearí­a que las cosas fueran distintas”. Parecer depresivo no es “cool” y, si lo alargas en el tiempo, empezarán a desaparecer todos tus contactos de forma muy explicable.

9.-Juegos, juegos, juegos…

El problema de los juegos es que hay demasiados y todos enví­an el que más les gusta. Se educado, pregunta primero al contacto si conoce el juego, explí­cale de qué va y si le apetece echar una partida para probar, no le tires la invitación del juego a la cara sin más explicaciones. Probablemente la rechace como hizo con las 25 anteriores.

10.-Muestra de tí­ lo justo y necesario

Hay gente con un sentido del humor muy particular. Aunque controles a la perfección el uso de las palabras y los emoticonos, habrá algún momento en que alguien no entienda tus chistes o se sienta ofendido por un comentario tuyo. De igual manera, hay cosas que la gente prefiere no saber sobre tí­, como eso de que diseccionabas lagartijas vivas de pequeño. Si, pese a todo, quieres ser polí­ticamente incorrecto, se coherente y mantén esa actitud hasta el final. En otras palabras, si tienes un perfil trufado de referencias al Heavy Metal satánico procura no suscribirte a una aplicación que se llame “chachimascotas”.

Fuente: Time / Fotos: Laughing Squid / Avlxyz / Bryan Veloso

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