Hace no mucho, en la Universidad de Florida se montaron una silla con brazo robótico controlado por la mente. La compañía japonesa Honda se ha subido al carro de la tecnología Brain Computer Interface (BCI). Es decir, interfaz para controlar un ordenador con la mente.
En su página oficial anuncia que la ha aplicado en el famoso robot ASIMO. Pero Honda no se encuentra sola en su empeño. La acompañan el Instituto Internacional de Investigación Avanzada de Telecomunicaciones (Advanced Telecommunications Research Institute International, ATR) y la corporación Shimadzu.
El sistema se basa en la técnica de la Electroencefalografía (EEG), que mide los cambios en la actividad bioeléctrica cerebral y en la Espectroscopia de Infrarrojo Cercano (NIRs). La NIRs permite registrar datos sobre el flujo sanguíneo. Mediante los dos sensores, según Honda, se obtiene información muy precisa y libre de interferencias físicas.
En los experimentos, el usuario podía elegir entre cuatro partes diferentes del cuerpo e imaginar que la movía. En el caso concreto de una de las pruebas, se trataban de la mano izquierda, la derecha, la lengua y los pies. La EEG y NIRs se encargan de leer entre tanto la actividad del cerebro y traduce en tiempo real los deseos del científico. El encargado de ejecutar los movimientos es el propio ASIMO.
Honda afirma que los resultados se acercan a una precisión del 90%. Sin duda, las investigaciones de la compañía japonesa constituyen una vía muy prometedora en el campo de la Robótica. Aunque todavía habrá que esperar para ver su evolución.
Vía: Honda