Durante la Guerra Fría que asoló al planeta durante cerca de cuarenta años, proliferaron temores, géneros cinematográficos… Y, por supuesto, armas. El caso es que algunos de los artefactos militares de entonces ahora sobran. Es lo que le ha ocurrido a la Marina estadounidense con dos modelos de barcazas militares, Sea Shadow (Sombra marina) y Hughes. En su día, se trataban de armamento secreto dotado de una sofisticada tecnología. Hoy, si nadie puja por ellos, es posible que acaben en el vertedero.
Sea Shadow, con un ligero parecido al casco de Darth Vader, fue construido a principios de los años 80. Su coste fue de 185 millones de dólares, unos 135 millones de euros. Pero Sea Shadow no estaba solo. El Hughes, como una especie de techo marítimo, lo acogía en su interior. El objetivo era que escapara a la detección de los enemigos vía satélite.
Existe un posible comprador, Frank Lennon. El señor Lennon quien, por lo que sabemos, nada tiene que ver con el famoso músico de Liverpool, se encuentra interesado en adquirir el Sea Shadow. Frank Lennon dirige un museo marítimo en Providence, Rhode Island. Según él, «le fascinan las posibilidades«. Sin embargo, la Marina norteamericana parece que no está dispuesta a desprenderse de una sola barcaza, sino de ambas al mismo tiempo. Y, por lo visto, el precio es elevadísimo.
Veremos en qué termina el culebrón y si podremos contemplar semejantes piezas en un museo. De hecho, ojalá toda la maquinaria bélica acabe como objetos de exhibición o como juguetes del estilo del USB Missile Launcher. Y nada más.
Vía: The Wall Street Journal