La decoración al estilo Nintendo ya no supone ninguna novedad después de ver el mando de la consola reconvertido a mesita de café, o incluso vidrieras decoradas con sus personajes más emblemáticos. Pero no hemos podido resistirnos al encanto de este árbol de Navidad para nostálgicos del videojuego. Es el curioso homenaje que un grupo de frikis le ha dedicado en estas fechas al único dios que ellos veneran: Super Mario.
La obra comprende los tres primeros títulos que el simpático fontanero protagonizó en la clásica NES (exceptuando sus aventuras con Donkey Kong). Podemos avistar a Mario en todas sus pixeladas encarnaciones para la videoconsola de ocho bits: lanzando bolas de fuego, buceando con la vestimenta de rana, volando con el disfraz de mapache… y hasta con el traje de tanooki, que le permite convertirse en estatua para engañar a sus enemigos.
Pero Mario no ha querido pasar las navidades sólo, y ha invitado a alguno de sus amigos. No faltan a la cita ni la Princesa Peach ni el champiñón Toad. También acuden compañeros de otras franquicias de Nintendo, como el intrépido Mega Man o Link, el protagonista de la saga Zelda. Es más, dejando a un lado viejas rencillas, también aparece el malvado rey Bowser junto a sus secuaces. Lo que no encaja es la ausencia de Luigi, el hermano de nuestro héroe.
Y coronando la copa no vamos a encontrarnos la estrella de Oriente. Lo que lleva es una de esas estrellas que le proporcionan inmunidad, acompañada de unas cuantas fichas del Tetris. No esta mal, sobre todo si reparamos en el hecho de que el árbol no está en un domicilio particular, sino en unas oficinas de trabajo. Ingeniosa forma de escurrir el bulto en horario laboral.
Vía: Geeky Gadgets
